A pesar de un anunciado cese al fuego hace unos días, los bombardeos, las muertes y la incertidumbre no ceden en Alepo. La guerra civil en Siria lleva ya 6 años, al menos medio millón de muertes (incluyendo más de 50,000 niños) y ha generado millones de refugiados.
–Las últimas semanas han sido especialmente crueles para Alepo, la capital comercial siria, cuando presuntamente las fuerzas armadas del gobierno decidieron sitiar a los rebeldes y retomar el control total de la ciudad. La ofensiva ha sido una catástrofe para miles de civiles que aún habitan ahí, de los cuales la gran mayoría NO son integrantes de grupos paramilitares: son familias como la tuya y la mía, atrapadas en un conflicto bélico en el que no tienen mucho que ver. Sin menospreciar los esfuerzos de cientos de grupos internacionales de ayuda humanitaria, ONGs, asociaciones civiles, etc., ¿hasta cuándo el mundo permitirá que esta tragedia continúe?
En estos días Judíos en todo el mundo celebraremos la fiesta de Janucá, donde recordamos la resistencia espiritual de nuestro pueblo ante el imperio griego. Una costumbre muy poco conocida de Janucá, es la practicada por un grupo de judíos originarios de Alepo y consiste en encender una vela adicional a las ya acostumbradas en cada noche de Janucá.
La primera noche de Janucá la costumbre general es encender una vela principal (ner mitzvá) y una vela auxiliar (shamash) con la que se enciende la vela principal; las noches subsecuentes se agrega una vela principal adicional hasta concluir la octava noche con 8 velas principales y una vela auxiliar.
La costumbre especial de este grupo de Alepo es agregar una vela auxiliar adicional además de las velas principales correspondientes a cada noche, es decir, dos velas auxiliares. Aunque existen diversas especulaciones sobre el origen de esta costumbre, se sabe que fue instituida por el grupo Kahal Hakadosh Sefaradím integrado por judíos expulsados de España en 1492 y que se establecieron en Alepo en el siglo XVI. Presuntamente, estos judíos sefaradíes instituyeron la costumbre en agradecimiento a su aceptación e integración a la comunidad judía ya existente en Alepo (conocidos como mustarabim) y cuyos orígenes se remontan a la época del primer templo de Jerusalem o incluso antes. Aunque, los sefaradím establecidos en Alepo y los mustarabim eventualmente integraron sus costumbres religiosas, algunas familias aún mantienen la tradición y encienden una vela auxiliar adicional cada noche de Janucá, más de 500 años después!
La comunidad judía de México nunca ha sido indiferente a las catástrofes humanitarias y la crisis de Alepo no debe ser la excepción. No te pido que salgas de tu zona de confort o que hagas una donación generosa para ayudar a grupos humanitarios en Siria (aunque si puedes, ¡hazla!), sino que mostremos un poco de empatía con familias que están sufriendo una de las peores crisis humanitarias de nuestros tiempos. Muchos de nosotros tenemos una conexión histórica con la ciudad de Alepo y muy posiblemente los niños que están siendo brutalmente asesinados y heridos son nietos o bisnietos de personas con las que nuestros abuelos y bisabuelos comerciaban y convivían en armonía!
Esta primera noche de Janucá, encendamos una vela auxiliar adicional* y dediquemos unos instantes a pensar en la gente de Alepo. Toma una foto de tu janukiá (a un lado de la vela auxiliar adicional) y súbela a las redes, #ChanukkahLightforAleppo. Quizás puede ser un detalle insignificante, pero qué mejor que la fiesta de Janucá para enviar un mensaje de solidaridad y esperanza. ¡Una pequeña luz puede iluminar mucha oscuridad!
*Para evitar conflictos halájicos, la costumbre es encender la segunda vela auxiliar antes de pronunciar las bendiciones y NO colocarla directamente en la janukiá, sino fuera de ella. Si acostumbras a encender cerca de una ventana con vista pública, coloca la vela auxiliar adicional fuera de la vista pública para evitar confusión.
MARCOS NAHMAD
