TRASPLANTE HEPATICO
1 ¿Cuáles son las enfermedades que pueden necesitar un trasplante de hígado?
Casi todas las enfermedades graves del hígado se pueden tratar con el trasplante hepático. La enfermedad más frecuente por la que se realiza un trasplante hepático en el paciente adulto es la cirrosis hepática generalmente causada por la infección crónica del virus de la hepatitis C o por el consumo crónico de alcohol y menos frecuentemente secundaria a la infección crónica del virus de la hepatitis B, a hepatitis autoinmune o a enfermedad grasa no alcohólica.
Otras enfermedades que pueden necesitar un trasplante son el cáncer de hígado (hepatocarcinoma), enfermedades denominadas colestáticas como la cirrosis biliar primaria, y ciertas enfermedades hereditarias que producen depósito de hierro (hemocromatosis) o de cobre (enfermedad de Wilson) y también la polineuropatía amiloidótica familiar.
B En niños, la principal indicación de trasplante es una enfermedad que causa obstrucción del paso de la bilis, como consecuencia del cierre total o parcial de los conductos biliares, causando acumulación de bilis en el hígado (atresia de las vías biliares).
2 ¿Y cómo saben ustedes quién es el paciente que más lo necesita?
Para clasificar la gravedad de la enfermedad en los pacientes con cirrosis hepática, los médicos utilizamos dos escalas: la clasificación de Child-Pugh y el índice de MELD (en adultos) o PELD (en niños).
La clasificación de Child-Pugh es un sistema de puntuación que incluye los resultados de varias pruebas de laboratorio (bilirrubina, que mide la eficacia con que el hígado excreta la bilis; INR o tiempo de protrombina, que mide la capacidad del hígado para producir factores de la coagulación de la sangre, y albúmina, que mide la habilidad del hígado para mantener la nutrición) y síntomas de enfermedad hepática (ascitis y encefalopatía).
El índice de MELD (para pacientes adultos) y PELD (para pacientes < de 18 años) son modelos matemáticos de predicción de supervivencia de una persona con cirrosis, basados en los valores de bilirrubina, INR, creatinina, que mide la función del riñón (la función reducida del riñón suele estar relacionada con una enfermedad hepática grave).
3 ¿De dónde proceden los hígados?
La mayoría de los trasplantes de hígado realizados hasta el momento son de órganos procedentes de donaciones de personas que han fallecido a través de la generosidad expresada por sus familias o en vida por el propio donante. Se trata de «regalar vida» por lo que nunca pueden ignorarse los encomiables valores humanos que están detrás del hermoso acto de la donación de órganos.
La extracción se produce una vez que tiene lugar la «muerte encefálica».
También hay un cierto porcentaje de hígados que se trasplantan utilizando un trozo de hígado de un donante voluntario vivo. Esta técnica se usa principalmente entre adultos y niños; el donante es normalmente uno de los padres o un familiar cercano. A diferencia de otros trasplantes, el hepático no requiere de compatibilidad en grupo sanguíneo, talla/peso y afinidad anatómica con el donante, por lo que encontrar un hígado compatible no es muy complicado.
4 ¿Qué otros datos se conocen sobre donaciones de hígados vivos?
El trasplante hepático se puede realizar donante vivo relacionado nuestros familiares pueden ser donantes, porque todos podemos serlo, a esto se le llama donación en vida. En algunos casos una persona puede donar algún órgano o porción de órgano sin que afecte su salud. Este procedimiento requiere de una evaluación médica del posible donador vivo. o mediante técnica de partición hepática (un solo hígado cadavérico se utiliza en dos pacientes) o técnica de reducción hepática (un segmento de órgano adulto se implanta en un receptor pediátrico).
5 ¿Qué tratamiento tendré que seguir después del trasplante?
Desde el mismo día del trasplante deberá tomar unos medicamentos que se llaman inmunosupresores. Esta medicación es la que protege a su hígado frente al rechazo. Los principales inmunosupresores son: ciclosporina, azatioprina, tacrolimus, micofenolato mofetilo, micofenolato sódico, sirolimus, everolimus y prednisona.
