El misionero salesiano español Xec Marquès llegó en 1992 a África. Ha desarollado su vocación de misionero en República Democrática del Congo, Togo, Benín, Guinea Conakry y, actualmente, está en Costa de Marfil. Desde la ciudad de Duékoué, uno de los puntos más afectados del país durante la guerra civil, explica cómo ve la situación de los jóvenes en estos momentos en los que se respira paz y un poco de esperanza.
La situación de los jóvenes en Duékoué está marcada por las guerras de 1997 y de 2011. En 2016 las primeras elecciones fueron boicoteadas. En el mes de diciembre se realizaron las legislativas, a las que una parte de la oposición no presentó a sus candidatos. «Cuando un país ha estado marcado por la guerra, lo primero que se destaca el no reconocimiento de los resultados por parte de los partidarios del gobierno de turno», apunta el misionero.
Para los jóvenes de Costa de Marfil la paz tiene que ver con saber qué comerán ese día, cómo podrán hacer frente a los gastos de la escuela o cómo curar a los enfermos.
Según el misionero salesiano, “para los jóvenes no hay un proyecto, sólo les vale lo inmediato; conseguir un diploma profesional para salir al mercado del trabajo. Este reto los motiva pero también les hace indiferentes a la vida política de su país. Muchos tienen edad de votar pero pocos han participado en las últimas elecciones porque ya no creen en la política ni en los políticos”.
“Para nosotros los salesianos y los educadores el reto es saber promover los valores de conciencia social y de responsabilidad política y no dejarnos llevar por la inercia de la urgencia de cada día. La paz no puede ser sólo una ausencia de violencia, debe poder ser un proyecto de futuro”.
