UN HOGAR PARA NIÑOS EN MADAGASCAR EN EL QUE PODRÁN CAMBIAR SU FUTURO
La desocupación y la precariedad que viven muchas familias de Madagascar los están obligando a dejar de llevar a los hijos a la escuela y considerarlo como algo secundario. Lo principal es comprar alimentos y cubrir las necesidades diarias. Por eso muchos niños son abandonados o bien los dejan en hogares de acogida en lugar de ocuparse de ellos.
En Antananarivo, capital de Madagascar, los misioneros salesianos cuentan con un centro de acogida para menores que tienen problemas con la justicia o que sus padres, por incapacidad económica, no pueden llevarlos a la escuela. En malgache es el «Trano Zaza Maditra», que quiere decir el Hogar de los Muchachos. Un sitio en el que pueden cambiar su futuro.
En el hogar hay 115 muchachos, aunque la capacidad es solo para 70. Los misioneros trabajan cada día para darles un techo, alimento y la posibilidad de cambiar su futuro.
Los salesianos están comprometidos con los muchachos: alimentos, juegos, música, teatro, deportes y formación. Los niños reciben también catequesis, ropa, material escolar y todo aquello que necesitan.
HISTORIAS REALES
RADO, EDWARD Y NJAKA
Rado tiene 15 años de edad. Después de la muerte de sus padres fue encomendado a una tía, poco después fue abandonado.
Edward es uno de los muchachos que después de estudiar primaria abandonó a la familia, comenzó con las drogas y con el robo. Volvió a su casa, pero los padres lo golpearon y luego, regresó a la vida de la calle.
Njaka tiene 15 años, nació en un barrio difícil. No pudo terminar sus estudios y empezó a vivir en la calle. Después de robar fue capturado y llevado el hogar de los muchachos de los Salesianos.
