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CRACK EFECTOS CONSECUENCIAS Y ADICCION -2″»

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Crack, es el nombre vulgar de un derivado de la cocaína, en concreto del resultado de hervir clorhidrato de cocaína en una solución de bicarbonato de sodio y evaporar el agua. El término crack es una onomatopeya que sugiere el ruido que hacen las piedras de esta droga al calentarse por la evaporación de la cocaína en base que contienen, al liberarse de la mezcla con el bicarbonato de sodio.

El crack se elabora en laboratorios clandestinos macerando las hojas de coca con queroseno. A la pasta resultante suele agregársele bicarbonato de sodio para aumentar el volumen y disminuir su costo, y hacer más manejable la sustancia. Posee un alto grado de impurezas, pero lo que hace imposible su consumo por vía nasal o intravenosa, es que no es soluble en agua, ya que no es una sal de cocaína y por ello su forma de uso es pulmonar. A veces erróneamente se le confunde con el bazuco o el Paco que es la costra que queda en la olla donde preparan la cocaína y está compuesto por los alcaloides de la planta sin refinar ni purificar.

Dado que el crack se fuma, ingresa rápidamente al torrente sanguíneo, produciéndole al individuo una sensación de euforia, pánico, insomnio y la necesidad de repetir la toma de crack. Debido a la rapidez de los efectos, casi inmediatos, el crack se hizo muy popular en la década de los 1980s. Otra razón para su popularidad es que no cuesta mucho, económicamente hablando, procesarlo ni adquirirlo. Sus efectos secundarios son muy similares a los de la cocaína, solamente que el riesgo de padecer alguno de ellos es mucho más alto por las vía de consumo, propensa a producir accidentes cardio y cerebro vasculares.

Desde los años 1980s, el crack se fuma en pipa de vidrio, con ceniza de cigarro sobre una lata con orificios, en un gotero de cristal, en un cigarro como primo (nombre que se le da a un tabaco mezclado con cocaína), entre otras. Otro instrumento utilizado para consumir crack es un tubo metálico similar a una antena de radio (en muchos casos lo es) a la que se le introduce una suerte de alambre y se utiliza para fumar crack simulando una pipa. Este método es utilizado principalmente por adictos de muy pocos recursos y se conoce como “fumar en tubo”.

Durante los años 1990s, según el Insituto de Adicciones (Adictions Institute) aumentó enormemente el número de personas que consumen crack en Norteamérica.

El mayor problema con este derivado de la cocaína es que es altamente adictivo; aunque la adicción que provoca no es física, pero es psicológica y fuerte. Los usuarios de crack describen sus efectos como más intensos, pero de menor duración, lo que implica que su dosificación sea más continua. El uso del crack se ha vinculado con la violencia, pero no se puede asegurar que esto sea un efecto derivado del propio consumo de la droga, tanto como de los grupos social y económicamente más pobres, con un alto índice de violencia y delincuencia en sí mismos, que no pueden permitirse usar la cocaína y esta es su forma barata de acceso a la misma.

Algunos especialistas han querido ver la adicción al crack como intratable, pero académicos consideran que esto se asevera por ser una droga consumida por gente pobre que no puede pagar un tratamiento en centros especializados. Este es un segundo castigo que recae sobre los grupos mas empobrecidos que consumen esta sustancia, mientras que los de alto poder adquisitivo, consumirían la base libre de cocaína y tendrían acceso a los recursos asistenciales si lo necesitasen.

Mecanismo de acción y formas de empleo

No hay estudios al respecto. Sólo se sabe que su mecanismo de acción es básicamente el mismo que el de la cocaína, aunque al ser fumado, el alcaloide llega más rápido al cerebro, en mayores cantidades y presentando un efecto sinérgico con los otros químicos que se hayan usado para la elaboración de las roca

Usos terapéuticos

Esta droga no tiene utilidad médica alguna.

Dosificación

Las concentraciones psicoactivas de esta droga no son constantes porque depende de su pureza y por lo mismo, resulta muy difícil calcular su dosificación. Los usuarios suelen fumar las rocas de crack en pipas de cristal cuya capacidad es de aproximadamente 2 gramos. Durante una inhalación se consumen entre 80 y 100 mg. Estas inhalaciones pueden repetirse cada cinco minutos hasta que el consumidor siente el efecto deseado (o termina su dotación, lo que ocurra primero).

Efectos psicológicos y fisiológicos del crack

Fumar crack produce considerable euforia o estimulación del sistema nervioso central casi inmediatamente… A los pocos minutos la euforia es reemplazada por ansiedad, miedo, depresión o apatía considerables. Estos efectos psicológicos desagradables (disforia) pueden combatirse fumando más… con lo que la persona adquiere la necesidad de utilizar la droga continuamente, durante muchas horas, para sentirse de nuevo relativamente bien aunque raramente volverá a presentar la embriaguez o euforia iniciales. Los usuarios describen este tipo de reacción como ansiedad, pero en realidad es un estado complejo de angustia asociado con una necesidad imperativa de fumar más… Si el individuo sigue fumando, puede llegar a tener alucinaciones, percepciones ilusorias, ideas paranoides o un comportamiento francamente psicótico. Es indudable que cuando las personas empiezan a usar la droga pueden limitar su uso a una o dos veces por semana; sin embargo, en la mayoría de los casos esta frecuencia aumenta gradualmente hasta que la persona se ve obligada a fumar intensamente todos los días, llevada por una necesidad irreprimible.

Fumar crack provoca insensibilidad, sequedad de boca, sensación de ardor en los ojos, sudoración, palpitaciones, dolor de cabeza, contracciones musculares, aumento en los reflejos y dilatación de las pupilas.

El uso crónico produce irritabilidad, insomnio, pérdida de peso, hipertensión, arritmia cardiaca, temblores, indiferencia sexual, accesos crónicos de tos, paranoia creciente, delirios de parasitosis, percepciones visuales miniaturizadas (micropsia) e infecciones pulmonares que pueden desencadenar en edema. Se ha comprobado que el uso de crack por mujeres embarazadas puede provocar deterioro fetal, retardo en el crecimiento intrauterino y parto prematuro. Los niños nacidos en estas condiciones, parecen estar destinados a sufrir conductas anormales. Los “bebés del crack”, como empieza a conocérseles, “tienen problemas para jugar y hablar con los otros niños… ‘Operan sólo en un nivel instintivo’… Algunos tienen temores y periodos en que se desconectan del mundo. Nadie sabe todavía cómo deshacer el daño causado por las madres.”

Potencial de dependencia

El crack produce una tolerancia muy alta que se desarrolla con extrema facilidad. Aunque hay informaciones contradictorias, la mayoría de los investigadores afirman que el crack no provoca adicción en el sentido físico, pero sí una grave dependencia psicológica cuyo síndrome abstinencial se manifiesta por insomnio, fatiga, apatía y depresión grave.

¿Qué hacer en caso de emergencia?

La sobredosis puede causar paro cardiaco o paro respiratorio ocasionado por la vasoconstricción, por lo que cualquier sospecha debe considerarse como urgencia médica. Mientras tanto conviene mantener despejadas las vías respiratorias y aplicar respiración artificial en caso necesario.