Las cifras de acogida de refugiados ofrecen una extraña paradoja
Parece mentira, pero es así. Los países más pobres, lo que tienen menos recursos económicos son los que más acogen a personas desplazadas en el mundo. En un artículo, solidaridad.net, explica cómo la mayoría de los refugiados buscan lugares cercanos a sus países de origen para regresar a su hogar. Estos países suelen ser países empobrecidos.
Un ejemplo de solidaridad es el que ofrecen países como Chad y Uganda. Son países líderes en pobreza, pero también en solidaridad. No tienen mucho pero lo que tienen (sus tierras y sus precarios sistemas de salud y educación) lo ponen a merced de quienes huyen del horror de la guerra.
Según los datos ofrecidos, Turquía sería el país más solidario acogiendo a 2,8 millones de personas (la mayoría sirios). El “podium” de solidaridad lo completan segundo Pakistán con 1,6 millones de refugiados y Líbano con un millón.
Millones de refugiados en Medio Oriente necesitan nuestra ayuda. Son los más pobres entre los pobres. Huyeron de la guerra, de la muerte, del miedo. No tienen nada. La Iglesia está con ellos, como vemos en este video que grabamos en Líbano, cerca de la frontera con Siria, donde miles de sirios han buscado refugio
Para encontrar un país rico y europeo hay que bajar hasta la octava posición, con 478.000 refugiados este año.
