La ONG Rebost Solidari de Cerdanyola, vinculada a la Iglesia Bautista local, recibió la 9ª edición del Premio por su labor de recogida y envío de material para refugiados en Europa.
Daniel Banyuls, pastor de la Iglesia Evangélica Bautista de Cerdanyola y presidente de la ONG Rebost Solidari, explicó que esta iniciativa surgió a raíz de la preocupación de su hija, Aida, ante la tragedia que se está viviendo en los campos de refugiados. Ante esa situación, Aida preguntó a su padre qué se podía hacer, añadiendo que como respuesta “no admitía que no se podía hacer nada porque estamos demasiado lejos”. Desde entonces, hasta 17 contenedores han salido de Cerdanyola hacia los campos de refugiados de Grecia y Croacia. Por otra parte, Banyuls dijo que las claves por las que trabaja el Rebost día a día son: la justicia, amar la misericordia y tener humildad ante Dios. Unas claves que han hecho suyas y que intentan aplicar en cada una de sus acciones, en un tiempo con tantas desigualdades y abusos por parte de una Europa muy poco acogedora. Banyuls también se mostró agradecido a tantas y tantas personas anónimas que trabajan por esta noble causa y en especial dio las gracias a la familia Grassoler, que les dejó su nave para que aquello fuera el primer lugar de la entidad, y a Catalònia Cerámica, también por su ayuda. Como en las anteriores ocho ediciones, los premios consistieron en una dotación económica de 1.500 euros, un cuadro del pintor local Josep Maria Segura, y la entrega a la entidad de la réplica en miniatura de la escultura de Josep Garriga, «Al hermano que ama al hermano» y que custodian los premiados durante un año. El acto contó, como suele ser habitual, con la actuación del cantautor local Ramón Arenisca. UN EJEMPLO DE SOLIDARIDAD El alcalde de la ciudad, Carles Escolà, explicó que en Cerdanyola del Vallès “tenemos la suerte de poder contar con personas y entidades que trabajan por hacer, no sólo una Cerdanyola del Vallès mejor y más justa, sino también para hacer un mundo algo mejor. Y en cuanto a las administraciones, admitió que deben trabajar por la justicia social y, sobre todo, para que la sociedad en general tome conciencia de la difícil situación en que viven muchas personas y evitar que la crisis acentúa la exclusión social. Y para lograr todo esto hay un elemento imprescindible, la solidaridad”. Elvi Vila, concejala de Derechos Civiles, recordó la figura del cura Rosell, una persona que durante cuatro décadas abrió la parroquia a todos y por eso es tan recordado y querido. Villa dijo que, ante tanta desgracia en el mundo “no hay que darse por vencidos y debemos luchar, porque hay mucho trabajo por hacer”. VALORA EL ARTÍCULO (2) Imprimir Enviar NOTICIAS RELACIONADAS “No sólo llevamos zapatos, también esperanza” Iglesia Bautista en Cerdanyola recoge ropa para refugiados Reconocimiento y apoyo a la Obra social de la IEB de Cerdanyola TAGS Iglesia Bautista Cerdanyola Cataluña España
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