Se formó hace dos meses y un grupo de papás ayuda a mantenerla en pie. Además de practicar deportes, los chicos toman hasta la leche. Buscan que los ayuden con alimentos, calzados e indumentaria deportiva
Por la tarde la canchita los espera. Una pelota y un vaso de leche es el mejor regalo que pueden recibir cada vez que van a la escuelita de fútbol Los Tigres del Este, que está en Caucete. Se trata de un sitio que alberga cada vez a más chicos y cuyos papás, la mayoría cosechadores de uva, ayudan a mantener en pie.
Lo que se busca con esta iniciativa, que surgió hace dos meses, es contener a unos 30 chicos, de 8 a 13 años, en su mayoría provenientes de familias humildes. Pero no sólo se trata de fútbol. Las mamás que ayudan en la institución les enseñan valores a los niños, según contó Sandra Quintero, una de las participantes, que a través del Facebook se dedica a conseguir colaboración y donaciones para que la escuelita siga creciendo.
La escuelita se encuentra a 40 kilómetros de la ciudad de San Juan, en el barrio Las Viñas Pie de Palo. La incomunicación es otro inconveniente con el que se enfrentan día a día ya que solo hay tres colectivos por jornada que los llevan a la ciudad.
Los chicos toman allí la merienda dos veces por semana. Les dan leche con tortitas o sopaipillas. Para que esto sea posible, los niños llevan ramitas de leña para calentar la leche, porque ni siquiera tienen gas. Como no tienen el mobiliario necesario, la mayoría de los asistentes se sienta en el suelo a la hora de merendar. Es por eso que piden que les donen sillas.
Hace poco, según contaron las mamás, les donaron camisetas para que pudieran jugar al fútbol. Pero hay chicos que ni siquiera tienen zapatillas por lo que deben jugar descalzos o con ojotas. Para poder seguir creciendo, la escuelita necesita de la ayuda de todos. Se puede donar leche en polvo, harina, azúcar y hasta zapatillas.
