Rabina Graciela Grynberg
Le escribí una carta a Eliahu. La puse en un sobre y la pegué en la puerta de casa:
Eliahu Hanaví, shalom! Jag sameaj!
No puedo esperar toda la noche y dejar la puerta abierta.
Si vas a tocar el timbre y nadie te va a escuchar, pedile la llave a Efraim Poplin, mi vecino.
Él siempre tiene una llave nuestra. Gogo no te va a ladrar, es un perro inteligente, sabe a quién ladrarle.
Eliahu Hanaví, podés despertarme, pero no me asustes, no prendas la luz de mi habitación, me va a encandilar.
Te dejé un vaso de jugo de frambuesa sobre la mesa, usé el vaso más grande que tenemos en casa.
En la alacena, que está sobre la pileta de la cocina, hay un montón de golosinas y nueces, podés elegir.
Mamá no se va a enojar. Ella no se enoja con los invitados.
Cuando salgas de casa, por favor cerrá la puerta con llave porque tengo miedo de los ladrones.
Y no te olvides de devolverle la llave a Efraim, y de acariciar a Gogo, él adora las caricias.
Eliahu Hanaví, quiero que sepas que yo nací en la víspera de Pesaj. ¿Conocés otros niños que nacieron la noche del Seder, y que siempre les preparan tortas de harina de matzá?
Shlomit Cohen Asif
Pesaj es la fiesta por excelencia de los chicos, donde los incentivamos a que pregunten.
Es la fiesta de los pedidos cuando sentimos la presencia de Eliahu en nuestras casas.
Que podamos tener la inocencia de los chicos y con esa misma inocencia construir a partir de este Pesaj un mundo donde no falten, la paz, la justica, el amor, la salud, la comprensión y la ayuda entre todos los seres humanos.
Shabat Shalom VeJag Pesaj Kasher veSameaj!!!!!!
