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Organización investigadora añade a Rusia a su lista de opresores religiosos

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El control estatal sobre las distintas religiones vuelve a Rusia poco a poco. Los testigos de Jehová ya han sido expulsados. ¿Quiénes serán los próximos?

La libertad religiosa está en recesión a nivel global y, por primera vez en mucho tiempo, Rusia está entre los peores perseguidores del mundo a la religión, según una de las organizaciones más destacadas e influyentes especializada en asuntos de libertad religiosa.

El informe anual de la Comisión Estadounidense de Libertad Religiosa Internacional (USCIRF por sus siglas en inglés), publicada el 26 de abril, explica el caso de Rusia desde su primer párrafo.

La situación de la libertad religiosa internacional ha empeorado tanto en la profundidad como en la amplitud de las violaciones. Los asaltos flagrantes se han vuelto tan aterradores -intentos de genocidio, matanza de inocentes y destrucción masiva de lugares de culto- que los abusos menos atroces pasan desapercibidos o inapreciados. Muchos observadores están anestesiados ante las violaciones de los derechos a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.

El informe de USCIRF es el primero desde que el Departamento de Estado de los Estados Unidos dijera en 2016 que el autoproclamado Estado Islámico es culpable de genocidio en Siria e Irak. La campaña de violencia de ISIS contra los cristianos, los disidentes musulmanes y las minorías étnico-religiosas, especialmente los yazidíes, forma parte de su intento de «llevar su visión bárbara del mundo a la realidad», dice el informe.

ISIS ha estado en retirada desde octubre de 2016 cuando las fuerzas iraquíes, kurdas y aliadas comenzaron a empujar a los extremistas fuera de su bastión en Mosul, en el norte de Irak. No obstante, el informe de la USCIRF, que abarca todo 2016, clasifica a ISIS como un actor no estatal culpable de graves abusos de libertad religiosa, junto con al-Shabaab en Somalia y los talibanes en Afganistán.

La edición 2016 del informe anual de la USCIRF, que normalmente se ocupa solo del comportamiento de las naciones, es la primera en catalogar fuerzas no estatales que representan «una amenaza no oficial, pero no menos virulenta» a la libertad religiosa. El cambio, ordenado por las revisiones de 2016 a la ley de 1998 que creó la USCIRF, dirige la comisión a identificar entidades no estatales involucradas en graves abusos de libertad religiosa, y a clasificarlos como «entidades de especial preocupación».

«Las entidades que controlan el territorio y tienen un control político significativo dentro de los países pueden ser aún más opresivas que los gobiernos en sus ataques contra la libertad religiosa», dice el informe.

En su informe de 2017, USCIRF enumera a 16 países como los estados ofensivos contra la religión más atroces, uno menos que en 2016. Entre ellos, por primera vez está Rusia. Según USCIRF, fue incluido «debido a su uso de su ley ‘anti-extremista’ como una herramienta para restringir repetidamente las libertades religiosas de diversas religiones, últimamente de los Testigos de Jehová». 

El método de Rusia para ‘secularizar’ la ley no es único, dice el informe:

“Muchas violaciones de la libertad religiosa no parecen estar dirigidas a la religión. Las violaciones pueden parecer mundanas, como los requisitos para los permisos de construcción o incluso menos mundanas, como las restricciones sobre las asociaciones. Sin embargo, son violaciones de las libertades religiosas internacionales y cada vez son más frecuentes. La USCIRF también denota que muchas restricciones a las libertades religiosas se hacen bajo el pretexto de proteger la seguridad nacional. Sin embargo, esta ‘secularización’ de la religión es una espada de doble filo”.

Así, por ejemplo, el Gobierno de los Estados Unidos está facilitando la compra de armas americanas al Gobierno de Bahrein aun y cuando la monarquía se agrieta en contra de los musulmanes chiítas, según el informe. Mientras tanto, la situación general de los derechos humanos en Egipto sigue siendo «desalentadora», aunque «está trabajando hacia un progreso positivo en ciertos aspectos de la libertad religiosa».

Egipto había pasado seis años en la lista de los peores opresores a la libertad religiosa según la USCIRF, que llama «países de especial preocupación». Pero la comisión sacó a Egipto de la lista en 2017 debido a «mejoras en las condiciones de libertad religiosa», razón por la cual la comisión sacó también a Irak de la lista, donde había ocupado un lugar durante ocho años.

El informe, de 243 páginas, que contiene investigaciones detalladas de las condiciones de libertad religiosa en los 16 «países de especial preocupación», 12 países de «nivel dos», y otros ocho más, además de Europa Occidental, también habla de las condiciones cada vez más preocupantes de las leyes contra la blasfemia, que se aplican con mayor fervor en Pakistán y otros países de mayoría musulmana. La USCIRF dijo que las leyes están hechas para el abuso y «para conducir a graves violaciones de los derechos humanos, para envalentonar a los extremistas y, a largo plazo, son contraproducentes para la seguridad nacional».