Inicio Festividades Únete al movimiento de 30 Días de Oración este Ramadán

Únete al movimiento de 30 Días de Oración este Ramadán

2666
0

Ora 30 días

Nuestra guía de oración anual está disponible en varios idiomas a través de diferentes organizaciones voluntarias alrededor del mundo.

¿Por qué orar por los musulmanes?



La oración es una práctica común tanto en cristianos como musulmanes. Los seguidores de ambas creencias rezan por las mismas razones: para comprometer a sus mentes en los caminos de Dios, para ganar la comprensión de su voluntad y encontrar la fuerza para seguirla, buscar consuelo y ayuda y como un medio para compartir los pensamientos más profundos de su corazón con aquel en quien confían.

¿Por qué oramos por los musulmanes?

Para cambiar nuestros corazones respecto a ellos.

Desarrollamos nuestra comprensión acerca de los que son diferentes a nosotros de diversas maneras. Usted entenderá a los musulmanes a través de lo que experimenta de ellos y lo que escucha sobre ellos, pero sus experiencias y conocimientos serán limitados. Para algunos, sus experiencias y conocimientos les llevará a ver a los musulmanes con miedo y odio, otros los verán con calidez y preocupación, y otros con indiferencia.

Cuando oramos por otros como Jesús nos enseñó, comenzamos a verlos a través de sus ojos. 30 Días de Oración por el Mundo Musulmán comenzó con un grupo de cristianos orando en el Medio Oriente y arrepintiéndose al darse cuenta de que no habían estado viendo a la gente de esa región de la forma en que Dios lo hace. Muchos de nuestros lectores en los últimos años se han identificado con esto, testificando que la Guía de Oración les ayudó a reconocer la necesidad de un cambio en la forma en que entienden a los musulmanes.

El mandamiento de Jesús es amar a tu prójimo como a ti mismo. Para amar a los musulmanes debemos permitir que Dios dirija nuestra comprensión de quiénes son y poder verlos como Él lo hace. Así que oramos para obtener una comprensión del corazón de Dios para los musulmanes de todo el mundo.

Influenciar el mundo

Los cristianos también creen que a través de la oración podemos influir en cambios en el mundo. Creemos que Dios trabaja con nosotros para cumplir Su voluntad y que en la oración podemos hacer que cosas milagrosas sucedan.

Muchos de los artículos en la Guía de Oración de los 30 Días se enfocan en las necesidades del pueblo musulmán. Los musulmanes vienen de una vasta diversidad cultural y social, y sus necesidades son variadas y únicas. Desde familias inmigrantes luchando por adaptarse a una cultura, al hombre tribal que nunca ha estado fuera de su remota aldea; de empresarios ricos a los pescadores analfabetos; de mujeres refugiadas desesperadas para proteger a sus familias y jóvenes airados que quieren ser escuchados. La oración nos ayuda a entender estas necesidades y cómo responder a ellas. Oramos por las necesidades de los musulmanes, ya que es una forma en que podemos amarlos.

Oramos también para que los musulmanes adquieran un mayor entendimiento de Jesús. Reconocemos que como sus seguidores, a menudo no representamos bien a Jesús. Por lo tanto, no oramos para que los musulmanes sean como nosotros – oramos para que se sean como Jesús. Oramos para que se unan a nosotros en el camino hacia la vida abundante de la que Jesús habló y el establecimiento de Su reino de paz en la tierra.

¿Por qué orar por los musulmanes?

La oración es una práctica común tanto en cristianos como musulmanes. Los seguidores de ambas creencias rezan por las mismas razones: para comprometer a sus mentes en los caminos de Dios, para ganar la comprensión de su voluntad y encontrar la fuerza para seguirla, buscar consuelo y ayuda y como un medio para compartir los pensamientos más profundos de su corazón con aquel en quien confían.

¿Por qué oramos por los musulmanes?
Para cambiar nuestros corazones respecto a ellos.

Desarrollamos nuestra comprensión acerca de los que son diferentes a nosotros de diversas maneras. Usted entenderá a los musulmanes a través de lo que experimenta de ellos y lo que escucha sobre ellos, pero sus experiencias y conocimientos serán limitados. Para algunos, sus experiencias y conocimientos les llevará a ver a los musulmanes con miedo y odio, otros los verán con calidez y preocupación, y otros con indiferencia.

Cuando oramos por otros como Jesús nos enseñó, comenzamos a verlos a través de sus ojos. 30 Días de Oración por el Mundo Musulmán comenzó con un grupo de cristianos orando en el Medio Oriente y arrepintiéndose al darse cuenta de que no habían estado viendo a la gente de esa región de la forma en que Dios lo hace. Muchos de nuestros lectores en los últimos años se han identificado con esto, testificando que la Guía de Oración les ayudó a reconocer la necesidad de un cambio en la forma en que entienden a los musulmanes.

El mandamiento de Jesús es amar a tu prójimo como a ti mismo. Para amar a los musulmanes debemos permitir que Dios dirija nuestra comprensión de quiénes son y poder verlos como Él lo hace. Así que oramos para obtener una comprensión del corazón de Dios para los musulmanes de todo el mundo.

Influenciar el mundo
Los cristianos también creen que a través de la oración podemos influir en cambios en el mundo. Creemos que Dios trabaja con nosotros para cumplir Su voluntad y que en la oración podemos hacer que cosas milagrosas sucedan.

Muchos de los artículos en la Guía de Oración de los 30 Días se enfocan en las necesidades del pueblo musulmán. Los musulmanes vienen de una vasta diversidad cultural y social, y sus necesidades son variadas y únicas. Desde familias inmigrantes luchando por adaptarse a una cultura, al hombre tribal que nunca ha estado fuera de su remota aldea; de empresarios ricos a los pescadores analfabetos; de mujeres refugiadas desesperadas para proteger a sus familias y jóvenes airados que quieren ser escuchados. La oración nos ayuda a entender estas necesidades y cómo responder a ellas. Oramos por las necesidades de los musulmanes, ya que es una forma en que podemos amarlos.

Oramos también para que los musulmanes adquieran un mayor entendimiento de Jesús. Reconocemos que como sus seguidores, a menudo no representamos bien a Jesús. Por lo tanto, no oramos para que los musulmanes sean como nosotros – oramos para que se sean como Jesús. Oramos para que se unan a nosotros en el camino hacia la vida abundante de la que Jesús habló y el establecimiento de Su reino de paz en la tierra.

¿Qué es el Ramadán?


Mezquita Palermo


Ramadán – El mes musulmán del ayuno


Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán. Es durante este mes que los musulmanes realizan el ayuno del Ramadán. Las fechas varían cada año, ya que se basa en el calendario lunar.

La primer noche del Ramadán

En muchos lugares del mundo los musulmanes van a estar mirando al cielo esta noche, interesados ​​en saber si podrán ver la luna creciente; si es visible, ésta será la señal del comienzo del mes de Ramadán. En los países musulmanes las autoridades religiosas harán una proclamación relativa al comienzo del Ramadán. El ayuno no comienza hasta la siguiente mañana. Los musulmanes se levantarán temprano para tomar su desayuno antes de comenzar el día; después no tendrán nada más para comer o beber hasta caer la noche. Esta será su experiencia diaria durante los próximos 30 días.

El ayuno – Ramadán

El ayuno es uno de los cinco pilares de la religión del islam y una de las más mayores expresiones de adoración islámica. La abstinencia de los placeres terrenales y poner freno a las intenciones y malos deseos es considerado como un acto de obediencia y sumisión a Dios, así como una expiación por los pecados, errores y faltas. Con el nombre Ramadán (o Ramazan), los musulmanes ayunan durante este mes sagrado desde el momento en que comienza el amanecer hasta el atardecer. Los musulmanes ayunan como un acto de fe y adoración a Alá, buscando reprimir sus deseos y aumentar su piedad espiritual. El ayunar juntos como una comunidad mundial – Ummah – afirma la fraternidad y la igualdad de los hombres ante Alá.

Calendario Islámico

El calendario islámico se basa en el ciclo lunar. El mes de Ramadán es el noveno mes y comienza con una combinación del avistamiento de la luna nueva y cálculos astronómicos. La hora exacta del Ramadán a veces varía de un lugar a otro, ya que algunos se basan en gran medida en los avistamientos de la luna, mientras que otros dependen de la ciencia. Un imán (hombre santo musulmán) declarará la hora exacta del Ramadán justo antes de su inicio. El período de ayuno termina con el avistamiento de la próxima luna nueva, que se produce después de 29 o 30 días.

El significado del Ramadán

El nombre Ramadán deriva de la palabra árabe Ramida ar-Ramad, denotando intenso calor y sequedad, especialmente al suelo. De la misma palabra existe ramdaa, que significa arena quemada y el famoso proverbio Kal Mustajeer ramadaa minar binnar – saltar de la sartén al fuego. Algunos dicen que se llama así porque Ramadán quema los pecados con buenas obras, como el sol quema la tierra.

La especial sensación de Ramadán

RRamadán trae un sentimiento especial de exaltación emocional y celo religioso entre los musulmanes de todas las edades. Aunque el ayuno es obligatorio sólo para los adultos, los niños desde los ocho años voluntariamente guardan ayuno con sus mayores. Los niños esperan con emoción ver la luna y comer platos especiales con sus familias. Los adultos aprecian la oportunidad de duplicar sus recompensas de Dios y buscar el perdón por sus pecados. Como el Ramadán enfatiza la hermandad y comunión musulmana, todos sienten una cercanía particular.

Los musulmanes tienen que cambiar todo su ser físico y emocional durante estos 30 largos días de ayuno. Un día típico de ayuno comienza con levantarse temprano, alrededor de las 4:30 a.m. y compartir juntos una comida llamada Sahur antes de que el ayuno comience con el amanecer, alrededor de las 5:10 a.m. Al despuntar el alba, se ofrece la primera de las cinco oraciones diarias, Fajr.

A medida que avanza el día, los musulmanes en ayuno están constantemente bombardeados con mensajes de sus estómagos a la hora del desayuno, la merienda, el almuerzo y así sucesivamente; pero los musulmanes se recuerdan a sí mismos que están ayunando con el único propósito de complacer a Alá y buscar su misericordia. Ofrecen la segunda y tercera oración durante principios y finales de la tarde, respectivamente.

El ayuno nos ayuda a experimentar la sensación de hambre que puede sentir una persona y nos enseña a compartir los sufrimientos de los menos afortunados. Los musulmanes creen que el ayuno los lleva a apreciar las bondades de Alá.

A lo largo del día, se alienta a los musulmanes a ayudar a los necesitados, tanto económica como emocionalmente. Algunos creen que una recompensa ganada durante este mes se multiplica 70 veces o más. Por esta razón, el Ramadán es también conocido como el mes de la caridad y la generosidad.

Para un musulmán, el ayuno no solo significa abstenerse de comer, sino también abstenerse de todo vicio y males cometidos, consciente o inconscientemente. Se cree que si voluntariamente se abstiene de alimentos lícitos y el sexo, estarán en una mejor posición para evitar las cosas y actos ilícitos durante el resto del año.

Cortar el ayuno diario de Ramadán

El ayuno termina al atardecer. El profeta Mahoma recomienda cortar el ayuno con dátiles. Se insta a los musulmanes a invitar a otros a cortar el ayuno con ellos. Estas reuniones se llaman fiestas Iftar.

Justo después de cortar el ayuno y antes de la cena, los musulmanes ofrecen la cuarta de las cinco oraciones diarias, que se llama la oración del Magreb. Después de la cena, los musulmanes van a sus lugares de culto, llamados mezquitas, para ofrecer la oración Isha, que es la última de las cinco oraciones diarias. El día termina con una oración voluntaria especial, el Tarawih, ofrecido por la congregación recitando el Corán, el libro sagrado del islam.

Los Últimos 10 Días de Ramadán

Los últimos 10 días de Ramadán se consideran altamente bendecidos, especialmente la noche 27, que también se llama la “Noche de Poder” o la “Noche del Destino”. Se cree que en esta noche el profeta Mahoma recibió la primera revelación del Corán. Para muchos musulmanes, este período está marcado por una intensidad espiritual elevada y pueden pasar estas noches rezando y recitando el Corán.

Después de 30 días de ayuno, el fin del mes de Ramadán se realiza con un día de celebración, llamada Eid-ul-Fitr. En este día, los musulmanes se reúnen en un lugar para ofrecer una oración de agradecimiento. Es tradicional usar ropa nueva, visitar a amigos y familiares, el intercambio de regalos, comer deliciosos platos preparados para esta ocasión y esperar pacientemente por el próximo año.

Lo que la Biblia dice acerca del ayuno

En la Biblia, no encontramos ningún método de ayuno que se requiera de nosotros, pero de todas maneras el Señor Jesús nos dijo: “cuando ayunes …” (Mateo 06:16), asumiendo que sus seguidores imitarían su propio ejemplo. Nosotros ayunamos como un símbolo exterior de nuestra devoción a Dios, estando dispuestos a negarnos a nosotros mismos por su causa. El ayuno añade intensidad a nuestra oración y a menudo, nos conduce al quebrantamiento. No hacemos ayuno para convencerlo o persuadirlo a Él, más bien para identificarnos con su corazón contristado y con su deseo de que toda la humanidad le conozca. “El ayuno que yo escogí,
¿no es más bien desatar las ligaduras de impiedad,
soltar las cargas de opresión,
dejar ir libres a los quebrantados
y romper todo yugo? ¿No es que compartas tu pan con el hambriento,
que a los pobres errantes albergues en casa,
que cuando veas al desnudo lo cubras
y que no te escondas de tu hermano?” (Isaías 58: 6-7).