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«No acepto que existan conflictos que no tienen solución”

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Durante una visita a Yemen este año, O'Brien habla con Marian (izquierda), de 13 años, y sus hermanos, desplazados de la ciudad de Taizz. Mariam es ahora la cabeza de familia y viven, junto a otras 17 familias, en una escuela de Ibb, Foto: OCHA/Daniel Pfister

Evitar que estallen los conflictos y hacer que los responsables rindan cuentas por sus acciones es clave para aliviar el sufrimiento que vemos en buena parte del mundo, según el responsable de la ayuda humanitaria de la ONU, Stephen O’Brien.

Tras más de dos años como secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios y coordinador de Ayuda de Emergencia. O’Brien considera que si los conflictos son provocados por el ser humano » pueden ser resueltos por el ser humano». Con voluntad política «se puede reducir y, con el tiempo, eliminar el sufrimiento que provocan», explicó O’Brien en una entrevista con Noticias ONU.

Durante los más de dos años en los que ha ocupado el cargo de coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Stephen O’Brien ha sido testigo de primera mano del sufrimiento que provocan los conflictos en Iraq, Sudán del Sur, Siria y Yemen, entre otros lugares.»Lo que ocurre con los conflictos es que son provocados por el ser humano y, por tanto, pueden ser resueltos por el ser humano. Se puede reducir y, con el tiempo, eliminar el sufrimiento que provocan», explica.

Cuando informaba al Consejo de Seguridad, O’Brien siempre intentó hablar claro a los que tienen el poder sobre la realidad en el terreno  y cree que con «voluntad política» habría solución para todos los conflictos

“Yo no acepto que esos conflictos no tengan solución porque con voluntad, con la unión de la gente, poniendo a los seres humanos por delante, en lugar de enfocarnos en competir por el poder o por los recursos, se pueden resolver. Siempre y cuando demos prioridad al debate sobre nuestras diferencias”, recalcó.

El diplomático británico asegura que ver el trabajo que realizan la ONU y sus socios ha sido «inspirador», aunque reconoce que es frustrante no poder aumentar la respuesta a la misma velocidad a la que crecen las necesidades.

«Me doy cuenta por la inmensa y creciente brecha que hay entre las necesidades y los recursos”, señala. “La ineficacia de nuestra respuesta es algo que duele y la falta de fondos es claramente una de las causas por las que no podemos ser totalmente responsables ante las personas afectadas. Desearía haber encontrado una forma mejor para captar fondos».

O’Brien considera que la ONU tiene que trabajar mejor en la prevención de conflictos, algo que va en la misma línea de las reformas propuestas por el Secretario General.

A pesar de las numerosas crisis por todo el mundo, confía en que la desesperanza y el cinismo no se apoderen de la sociedad. “No podemos dejar de intentar convencer a la gente de que es una inversión fantástica”, apunta. “Si las necesidades humanitarias no están debidamente atendidas tienen el potencial de ser explotadas por aquellos con intereses perversos. Si no les hacemos frente ahora, el coste en el futuro será mayor y tendrán que soportarlo las generaciones venideras”.

O’Brien abandona el cargo a finales de agosto y le reemplaza el también británico Mark Lowcock.