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Panamá: EcoSólidos, un problema transformado en oportunidad

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Hace tres años, la basura reinaba en el centro penitenciario La Joyita en Panamá – un país donde reciclar, a pesar del auge que experimenta actualmente, no es la regla. Este problema social y de salud pública se traslada a las cárceles, donde es potenciado debido a las limitaciones propias de los penales. Para resolverlo, se implementó EcoSólidos, un programa para que personas privadas de la libertad hicieran de la basura que generaban algo útil.

Desde los pabellones de La Joyita

La Joyita es parte del Complejo Penitenciario La Joya y alberga a unos 4.350 privados de libertad, un 40% de todo el complejo y 25% de todos los privados de libertad recluidos en los 22 centros penales del país.

«Los pabellones estaban inundados en basura, los patios eran vertederos, los insectos y alimañas vivían junto a los privados de libertad, quienes desarrollaban sus actividades diarias rodeados de desperdicios. Hoy, la realidad es otra» comentó Lise Lehongre, Delegada de Protección del CICR en Panamá.

Cansados de esta situación, los propios privados de libertad encontraron la solución en un compañero del penal, líder natural, ingeniero agrónomo y experto en reciclaje. Su iniciativa hizo que naciera EcoSólidos.

«Los mismos privados de libertad nos planteamos convertir este problema en oportunidad. EcoSólidos nació dentro de los pabellones del penal y se identifica con las cuatro erres del reciclaje… sí, cuatro: reduce, reutiliza recicla y añadimos resocializa, además adoptamos a una salamandra como logotipo… La salamandra se regenera, al igual que nosotros». Cuenta Franklin Ayón, uno de los tres miembros fundadores de EcoSólidos.

En La Joyita nada se desperdicia. Todo el plástico, latas, restos de comida, papel y hasta las envolturas de caramelo son recicladas. El 90% de la basura del penal es transformada y reutilizada por los propios privados de libertad.

El plástico y el metal se separan, clasifican, compactan y almacenan para su venta. Las envolturas de plástico son encapsuladas en botellas del mismo material y se hacen ladrillos de plástico, óptimos para la construcción. Cada ladrillo contiene tres metros cuadrados de plástico no reciclable, que no va a parar al medio ambiente, dejando una huella verde considerable.

Todos los desperdicios de comida pasan por un proceso de transformación a abono orgánico de alta calidad, utilizado en los huertos de Eco Flora y Sembrando Paz, programas que nacieron de EcoSólidos, y que hoy producen huertos de frutas, legumbres, plantas ornamentales y flores, además de árboles para reforestación.

Árboles nativos de Panamá, como el Guayacán, la Teca y el árbol Panamá, que no son rentables para ser producidos en viveros privados, tienen un puesto privilegiado en el penal. A través del proyecto Sembrando Paz, que utiliza el abono que produce EcoSólidos, se ha logrado que La Joyita tenga uno de los mayores índices de producción de este tipo de árboles en el país.

¿Por qué reciclamos?

Detenidos reciclan en EcoSólidos

Toda la basura que produce el penal es transportada a la planta de EcoSólidos, allí es clasificada por tipo para luego ser procesada. El 90 por ciento de estos desechos son reciclados. CC BY-NC-ND/CICR/A. Córdoba

El hacinamiento, la falta de ventilación, la humedad y otros factores son caldo de cultivo de enfermedades y la basura aumenta este riesgo. Con una cárcel más limpia, los niveles de enfermedades disminuyen y mejora la calidad de vida de los privados de libertad.

EcoSólidos también contribuye en la resocialización de los privados de libertad, dándoles oportunidades de ejercer su profesión dentro del proyecto a soldadores, ingenieros y artesanos, entre otros. Además, enseña una nueva profesión a quienes desean aprender, capacitándose en las tareas de la planta de reciclaje y cultivo. Por si fuera poco, aplica la reducción de pena por trabajo y funciona como terapia ocupacional.

«El CICR asesora a las autoridades penitenciarias en Panamá, además de temas de protección, higiene, mantenimiento e infraestructura; en como potenciar la capacidad de la planta de reciclaje y beneficiar aún más a sus trabajadores. También suministra insumos para el funcionamiento del proyecto como herramientas, guantes, botas, bolsas y otros implementos» Nos dice Giuseppe Renda, Jefe de Misión del CICR en Panamá.

Logros y futuro

En tres años, EcoSólidos ha ocupado a más de 850 privados de libertad para trabajar en el proyecto. El 90% de los residuos de penal son reciclados: 12 toneladas de aluminio y 15 toneladas de plástico han sido recicladas, además se han producido 12 toneladas de abono orgánico.

La visión de las autoridades y del CICR es replicar esta experiencia en otros centros penitenciarios para que más privados de libertad y la sociedad se beneficien de la iniciativa, mientras más individuos, organizaciones, amigos y autoridades se interesen en apoyar el proyecto.

Árboles cultivados por detenidos Ecosólidos

Eco Flora y Sembrando Paz son programas que nacieron de EcoSólidos, como complemento al trabajo de reciclaje, esto ha permitido que más privados de libertad, con capacidades diferentes, se incorporen al proyecto. CC BY-NC-ND/CICR/A. Córdoba.