Cada día mueren de malaria en el mundo más de 800 niños menores de 5 años.
Y lo más indignante es que la mayoría de esos niños que hoy morirán de malaria podrían haberse salvado, porque existe un tratamiento ambulatorio eficaz, sencillo, barato, que dura solo tres días y que cura a casi todos los enfermos de malaria simple.
A pesar de ello, cada año cerca de 430.000 personas, la mayoría niños, siguen muriendo de malaria, porque millones de enfermos ni son diagnosticados ni reciben tratamiento, entre otros motivos porque viven en zonas aisladas o afectadas por un conflicto.
Te escribimos ahora porque seguimos empeñados en llevar el tratamiento a quien más lo necesite, sobre todo en esta época, cuando la temporada de lluvias ya ha empezado en muchos países y proliferan los mosquitos que transmiten la malaria.
En estos momentos, ya estamos entregando mosquiteras, insecticidas y larvicidas para prevenir las infecciones y estamos administrando los tratamientos antimaláricos tan eficaces de los que te hablábamos, para atender a quienes ya tienen paludismo simple o grave. Pero aún quedan muchos meses por delante.
Prevenir y tratar a tiempo la malaria puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte para miles de niños en todo el mundo.
Solo el año pasado, tratamos a más de 2,5 millones de enfermos de malaria en todo el mundo. Pero no es suficiente. Por ejemplo, durante la temporada de lluvias, con 40 € podemos proporcionar tratamientos a 10 niños con malaria.
Por eso te pedimos que, si puedes, hagas un donativo.
