La brisa otoñal intenta colarse por las ventanas para ingresar y desordenar todo a su paso, aunque sabemos muy bien que su verdadera intención es enfriar cada rincón de nuestra querida Casa SAHNI. Si supiera esa brisa que acá nos protege el amor de cada sanjuanino…
El cariño que recibimos diariamente, a través de hermosas visitas y grandes donaciones, mantiene la calidez de hogar y es ese mismo amor el que nos da energía para seguir alcanzando nuestro sueño.
Hace unos días recibimos un llamado inesperado y muy divertido. Los integrantes de la Comunidad Pokémon Go Argentina se comunicaron con SAHNI para informar que tenían una importante donación para hacer. ¿Pokemón, solidaridad y Casa SAHNI? ¿Cómo? Sí, lo que leíste. ¡Por iniciativa propia esta comunidad organizó un evento en el que recolectó chupetes, mamaderas, pañales y toallitas húmedas (entre otras cosas) para nuestra querida Casa! Les agradecemos de corazón. ¡Fue muy entretenido! ¡Solidaridad, yo te elijo!
Pasaban los días y la brisa otoñal seguía intentando ingresar a nuestra Casa. Sin embargo fue derrotada con la tierna visita que recibimos de los abuelitos residentes del Hogar Eva Duarte de Perón. ¡Nos entregaron unas hermosas prendas confeccionadas por ellos mismos! El amor más puro estaba tejido. La calidez cobija a los niños y a las mamás que se hospedan en Casa SAHNI. Y no hay mejor abrigo que aquel que surge desde la solidaridad.
Y esto no fue todo! Los últimos días nos tenían una nueva sorpresa preparada. En el momento que menos esperábamos sonó el timbre en nuestra Casa. Un señor muy gentil nos visitaba para hacer una gran donación. Un sábado a las 9 de la mañana Elías Pósleman ingresaba a Casa SAHNI para regalar sus maravillosos cuadros pintados con ternura y calidez. Estas obras serán expuestas durante el mes de mayo (lunes a viernes de 8 a 20hs y sábados de 10 a 14hs en Casa SAHNI) para ser vendidas, y lo recolectado ayudará enormemente a nuestra institución.
Estas hermosas visitas saben cómo dejar sus marcas en nuestros corazones, porque nos demuestran que la solidaridad y el amor siempre están presentes cuando se trata de ayudar a los niños y niñas que están en tratamiento en el Hospital Dr. Guillermo Rawson.
Y no importa qué tan difícil o frío sea el tiempo, el afecto sabe vencer cualquier inconveniente, incluso la misma brisa otoñal que de a poco se va haciendo más fría.
