Un grupo de tripulantes del Logos Hope, junto a una iglesia, compartieron el evangelio mientras distribuían alimentos y bebidas afuera de un hospital. Johan Ligibel (Francia) compartió su historia con los presentes. Hizo una pregunta: “¿Qué es la libertad?” Él nació en un hogar cristiano, pero le dio la espalda a Dios, buscando ser libre para hacer lo que quisiera. Consumió drogas al punto de oír voces, ver cosas y tener ataques de pánico. Al ingresar a un hospital psiquiátrico, comenzó a orar otra vez.
Cuando tuvo permiso para salir del hospital por un fin de semana, habló con un pastor que le dijo que ser libre no significa hacer lo que uno quiere ni ser esclavo del pecado, sino ser siervo de Cristo. Johan decidió entregar su vida a Jesús. Todavía sintiendo la influencia del pasado, le pidió a Dios que lo libere de aquel sufrimiento y opresión.
Johan dijo: “sentí una paz increíble, un fuego, cadenas que se rompían dentro mío, fui sanado”. Al finalizar, preguntó a la audiencia: “¿Qué hay de ustedes? ¿Son libres?” Luego de compartir sus historias, los tripulantes distribuyeron alimentos y oraron por las personas que esperaban fuera del hospital por su seres queridos internados. “A veces pensamos que tenemos que hacer algo loco o asombroso, pero todo lo que hagas puede ser usado por Dios”, dijo Steph Jemphrey (Irlanda del Norte). “No tiene que hacer algo enorme, puede ser algo tan simple como entregar un sándwich.”
