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Yom Kipur

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“En Yom Kipur es Dios quien va en búsqueda del judío, pero, como en todas las relaciones afectivas, el que es buscado debe dejarse hallar” Rab. A S

                                                             Rabino Abraham Skorka 

 Itongadol.- Dos expresiones definen la esencia de Yom Kipur, el día de la expiación. Una es “Kodesh HaKodashim”, el Sancta Sanctorum, el sitio en el Templo en Jerusalem, donde se hallaba el Arca de la Alianza que contenía, al decir de los sabios del Talmud, los pedazos de las primeras Tablas de la Ley junto a las segundas Tablas . Las primeras habían sido esculpidas y escritas por Dios mismo, y las dejó caer Moisés al observar el pueblo bailando en derredor del becerro de oro. Las segundas, fueron labradas por Moisés y escritas por Dios después de haber perdonado a los Hijos de Israel  en el día de la expiación, que se transformó en tal para todas las generaciones al decir de los sabios .

El único día en el año en el cual el sumo sacerdote podía entrar a dicho recinto era en Yom Kipur, para elevar incienso delante de Dios, como parte del ritual con que se alcanzaba la expiación. Ese día es definido en la Torah mediante una expresión especial –“Shabat Shabaton”- que como decíamos al inicio, junto a “Kodesh HaKodashim” forman su esencia tan especial. 

En Levítico 16: 31 y 23: 32, se denomina a Yom Kipur como: Shabat Shabaton, que de acuerdo a Ibn Ezra (en su comentario al primero de los versículos citados) deben interpretarse ambos vocablos como sinónimos, que enfatizarían el concepto de la prohibición de realizar labores durante ese día . La misma expresión la utiliza la Biblia (Éxodo 31: 15; 35: 2; Levítico 23: 3) para definir al descanso sabático, y en Levítico 25: 4, para designar el año Jubileo. El Jubileo, dice el versículo, es para que descanse la tierra, el Shabat es para Dios (Éxodo 16: 25), pues al abstenerse el hombre de obrar en el séptimo día, da testimonio de una creación ex nihilo por parte de Dios, que finalizó Su obra en ese día. El Shabat Shabaton que refiere al día de la expiación, aclaran los versículos arriba mencionados, es para el hombre. Es el Shabat del hombre. Es el día de la santidad que Dios concede al hombre. El día en que se permite a un humano, en representación de todos los miembros de su pueblo, adentrarse a un lugar que da testimonio de la presencia de Dios en la realidad humana, el “Kodesh HaKodashim”. Dios expía los pecados de los Benei Israel, para que éstos puedan hallarse en pureza junto a Él.

Se nos relata en Berajot 7, a:

“Dijo el rabí Ishamel ben Elisha : Cierta vez  entré para ofrendar el incienso dentro de lo más interno , y ví  a Acatriel Yah el Señor de las Huestes  que se hallaba sentado en un trono alto y elevado , me dijo. “Ishmael, hijo mío, bendíceme”

Le dije: Sea la voluntad delante de Ti que doblegue Tu misericordia a Tu ira y que se extienda Tu misericordia por sobre tus normas  y que obres con tus hijos con la norma de la misericordia y que te adentres más allá de la norma de la justicia ”

Entonces, asintió con su cabeza”

Cada día el judío va en busca de Dios en el momento de su rezo. En Shabat crea un espacio especial para sentir superlativamente Su presencia. En Yom Kipur es Dios quien va en búsqueda del judío, pero, como en todas las relaciones afectivas, el que es buscado debe dejarse hallar.