La mujer que ves en la foto es Tatiana. Vive en Bambari, en República Centroafricana, y no podemos mostrarte su rostro ni darte su verdadero nombre, porque ella ha preferido que así sea.
Su historia no es un caso aislado. Déjanos que te traslademos sus palabras: “Mataron a mi marido y a mí me secuestraron con mis dos hijos. Me violaron durante varios días en su campamento. Uno de mis hijos murió allí. Al otro conseguí sacarlo. Después, logré huir a Bangui”.
Has de saber que, por ejemplo, durante el primer semestre del año, hemos tratado a más de 1.900 víctimas de violencia sexual solo en los proyectos que tenemos en República Centroafricana.
Tatiana ha estado recibiendo tratamiento médico y psicológico durante tres meses en nuestra clínica. Y se está recuperando poco a poco. Esto es lo que nos ha contado: “Al principio no fue fácil. Desde que empecé el tratamiento, y después de hablar mucho con el psicólogo, me siento un poco mejor que al principio. Pero no es fácil. No es fácil en absoluto”.
Ahora, tú puedes hacer posible que muchas mujeres y niñas reciban la asistencia médica y psicológica que necesitan.
Si aún no lo has hecho, te animo a hacer un donativo, para que podamos seguir atendiendo a mujeres como Tatiana.
Ellas no son diferentes de cualquier otra mujer o niña en el mundo y, ahora, nos necesitan.
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