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Pakistán: ser mamá a pesar de las dificultades

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Shakeela y su bebé recién nacido, Muza Milshah.Laurie Bonnaud/MSF

En Pakistán, 1 de cada 22 recién nacidos muere durante su primer mes de vida. En el país con la mayor tasa de mortalidad infantil del mundo, dar a luz y sobrevivir al parto es un desafío. Estas tres mamás nos cuentan su historia.

Proporcionamos servicios de atención médica materno-infantil en Peshawar, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa (en la frontera con Afganistán), Quetta, Chaman y Timergara, así como en los distritos de Jaffarabad y Naseerabad. Desde su apertura en 2011, más de 25.000 mujeres han dado a luz en el Hospital de Mujeres de Peshawar (PWH, por sus siglas en inglés).

“La mortalidad infantil en Pakistán se debe sobre todo a partos prematuros, a complicaciones durante el embarazo y el parto, y a infecciones”, explica la doctora Khadija, pediatra en la unidad de atención neonatal del Hospital de Mujeres de Peshawar.

Si bien las causas de estas muertes pueden explicarse médicamente, suelen deberse a la compleja y desafiante realidad social y cultural que afrontan las mujeres que viven en esta región de Pakistán.

Shakeela, 48 años

Shakeela procede de una pequeña aldea a tres horas de Peshawar. Como la mayoría de las pacientes en nuestro Hospital de Mujeres de Peshawar (PWH), pertenece a una comunidad rural que todavía no está cubierta por el sistema de salud y donde generalmente se prefiere dar a luz en casa.

El 12 de septiembre de 2018 llegó al hospital para el nacimiento de su decimotercer hijo. En total, ha estado embarazada 17 veces, pero cuatro de sus hijos han fallecido. Tenía 13 años cuando dio a luz a su primer hijo, y aún vive con siete de ellos.

Cuando llegó al hospital, su presión arterial era muy alta debido a una inyección de medicamentos que le habían administrado en casa para acelerar el parto. Aunque esto supone riesgos tanto para la madre como para el bebé, todavía es una práctica muy común en Pakistán.

Su bebé nació con meningitis y tuvo que ser tratado con antibióticos en el hospital PWH durante 14 días hasta que se recuperó. Su madre se quedó con él durante todo este tiempo en una de las habitaciones que les facilitamos. En esta parte de Pakistán es costumbre no dar un nombre a los bebés cuando nacen, sino cuando regresan a casa. Tras dos semanas en el hospital, el bebé finalmente recibió su nombre: Muza Milshah.

Estoy feliz de que mi hijo haya nacido en un lugar seguro, pero ya no quiero tener más niños. Todos mis hijos nacieron tan grandes como este, y ya soy demasiado débil. Solo vivo con mis hijos, todas las chicas están casadas… y los hombres, ya sabes, ¡no hacen nada en casa!”, dice Shakeela.

Bismilla*, 35 años

Bismilla proviene de la región de Bajaur, un antiguo distrito de las Áreas Tribales bajo Administración Federal (FATA). Tuvo que abandonar su aldea con su familia hace 10 años debido a la inestabilidad en la región como resultado de la guerra de 2001 en el vecino Afganistán. Ya tenía un hijo de 18 meses cuando la familia decidió trasladarse a Peshawar. El viaje en transporte público fue largo y difícil tanto para Bismilla como para su bebé. Como la familia no conocía a nadie en Peshawar, se instalaron en un campo para desplazados internos y todavía viven allí.

El niño que dio a luz en el hospital PWH es su octavo hijo. Los otros nacieron en su hogar en el campo. “Por supuesto, quería dar a luz en mi casa. Esta es la tradición y todos esperaban que el parto fuese en casa. Y siempre salió todo bien, ¡me encontraba perfectamente!”, recuerda.

Es lo que había planeado hacer en esta ocasión, pero comenzó a sentir un dolor intenso. En el campamento hay un pequeño hospital administrado por el gobierno, pero en el camino, el conductor del taxi le recomendó que acudiera a nuestro hospital de mujeres. Así es como llegó aquí. “El personal es realmente amable y atento, y siempre están disponibles. Cuando tenga a mis próximos hijos, creo que me gustaría volver aquí en lugar de dar a luz en casa”.

A Bismilla le gustaría tener hasta siete hijos más y rechazó nuestra propuesta de planificación familiar. Su esposo también quiere que tenga más hijos.

Siguiendo la tradición local, el nuevo bebé de Bismilla nacido en el hospital PWH aún no ha recibido un nombre; este será elegido por su padre. Pero Bismilla espera que acepte llamarlo Arshad.

*Este nombre ha sido modificado

Fatma, 23 años

Fatma es originaria de Waziristán del norte, una región pakistaní en la frontera con Afganistán. El  3 de octubre dio a luz por primera vez. Su bebé es una niña y se siente feliz y bendecida. Tanto ella como su marido esperaban tener una niña. Ya tenían un nombre elegido desde hacía mucho tiempo: Anaya.

Fatma pertenece a una gran familia y tiene muchas hermanas, pero solo un hermano.

La familia de Fatma conocía nuestro hospital de mujeres porque otras mujeres de la familia habían dado a luz en él y estaban muy contentas con la atención que recibieron. Como su esposo trabaja en Turquía, acudió al hospital acompañada por su suegra. La tradición es que las mujeres vayan a la sala de maternidad con sus suegras en lugar de con sus propias madres“Es un buen hospital; está limpio y la atención es buena, tanto para las madres como para los acompañantes. Fatma es mi segunda nuera que viene aquí y seguiré viniendo con las demás”.

Fatma tuvo que abandonar Waziristán del Norte hace cuatro años debido a la inestabilidad y los conflictos en la región. “Era un lugar hermoso y lo extraño mucho. Espero que todo se calme pronto y que pueda volver a vivir allí con mi hija”.