“El Papa expresa la profunda tristeza que sintió al enterarse de la pérdida de vidas y los heridos a causa del atentado y asegura a todos los afectados por este insensato acto de violencia su cercanía espiritual”, se lee en el telegrama, firmado por el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, en el que el Santo Padre envía su más sincero pésame a todos los kenianos tras el atentado terrorista que sufrió el complejo hotelero de Nairobi el pasado martes y en el que murieron al menos 21 personas.
El papa Francisco, a través de un telegrama firmado por el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, extendió “su más sentido pésame a todos los kenianos, en particular a las familias de los fallecidos y a todos los heridos” tras el atentado terrorista que sufrió el complejo hotelero de Nairobi el pasado martes y en el que murieron al menos 21 personas.
“El Papa expresa la profunda tristeza que sintió al enterarse de la pérdida de vidas y los heridos a causa del atentado y asegura a todos los afectados por este insensato acto de violencia su cercanía espiritual”, se lee en el telegrama.
El pontífice asegura sus oraciones “por la gracia sanadora de Dios” invocando “de todo corazón” las bendiciones divinas del consuelo y la fortaleza para toda la nación.
El Grupo somalí Al Shabab reivindicó el ataque
Al menos 21 personas muertas y varios heridos fue el saldo del ataque registrado en un complejo hotelero de lujo en la ciudad de Nairobi, capital de Kenia, el 15 de enero.
Según el president Uhuru Kenyatta el asedio al complejo duró 20 horas y no fue hasta el miércoles que pudieron dar de baja a todos los atacantes. “Todos los terroristas fueron eliminados, afirmó.
De acuerdo con los principales medios de Kenia, el grupo yihadista somalí Al Shabab se responsabilizó del ataque en el complejo hotelero. La agencia de noticias Reuters informó que un portavoz de la organización reivindicó el ataque y afirmó que los combates continúan en el lugar.
El grupo yihadista Al Shabab suele desarrollar ataques en la frontera entre Kenia y Somalia como represalia por la presencia del Ejército keniano desde el 2011 en territorio somalí para combatir a los grupos yihadistas.
