Más de cien niños de la aldea de Lufubu, Zambia, ya cuentan con una escuela en la que poder aprender. Es el Centro Salesiano de Educación Infantil que va a hacer que los niños y niñas más pequeños tengan un lugar seguro y saludable en el que aprender y jugar. Hasta ahora, muchos de estos menores se pasaban el día deambulando por las calles junto a sus hermanos mayores mientras sus padres iban a trabajar para ganar el sustento de la familia. No había ningún adulto que se hiciera cargo de sus necesidades ni de sus cuidados.
En Zambia, el 64% de las personas viven por debajo del umbral de la pobreza, cifra que llega al 80% en zonas rurales como Lufubu. Las familias no cuentan con los recursos necesarios para atender sus necesidades más básicas, como vivienda, alimentos o medicinas. La educación de los hijos e hijas, sin duda, era un deseo inalcanzable para la mayoría. Hoy, los misioneros salesianos han querido hacer de ese sueño una realidad, porque la educación es una de las piezas clave para el desarrollo de las personas y de sus comunidades. También la educación infantil que permite a los más pequeños relacionarse en un centro educativo y a tener personas que se encargan de su cuidado.
En Lufubu, los misioneros cuentan con una escuela primaria y un centro de formación en técnicas agrícolas, pero vieron la necesidad de atender también a los niños y niñas en edad preescolar para que reciban educación, pero también dar atención a aquellos que están malnutridos o necesitan cuidados médicos.
Los misioneros salesianos llegaron a Zambia en 1982 y desde entonces trabajan por los niños, niñas y jóvenes más vulnerables de este país. Como ejemplo, el centro ‘Ciudad de la Esperanza’ de Lusaka, la capital. Aquí, más de 800 niños, niñas y jóvenes reciben educación. Además, se encargan de darles una alimentación adecuada y atención médica. Ninguno de estos niños y niñas tendrían la oportunidad de ir a la escuela si no fuera por la ‘Ciudad de la Esperanza’
