«Muchos están solos, enfermos y heridos», advirtió la agencia de la ONU tras la liberación de la ciudad iraquí de manos del Estado Islámico
«A pesar de que la batalla de Mosul está llegando a su fin, las cicatrices profundas de los niños, las físicas y las mentales, necesitarán tiempo para sanar», lamentó este jueves Hamida Ramadhani, representante adjunto de UNICEF en Irak.
Según el funcionario de la agencia de Naciones Unidas, «alrededor de 650.000 niños y jóvenes que han pasado por la pesadilla de la violencia en Mosul, han pagado un alto precio y han vivido demasiados horrores en los últimos tres años».
«Algunos niños siguen sufriendo en los focos de violencia persistentes en la zona antigua de Mosul oeste. Un médico con el que hablamos nos dijo que los bebés, los niños y las madres terminaron heridos y cubiertos de polvo y en el suelo».
Remarcó que, incluso, algunos están desnutridos y que ese es «el precio que están pagando los niños después de vivir durante 10 meses bajo intensos combates».
UNICEF ha documentado en los últimos tres días un aumento de los menores no acompañados, en situación extremadamente vulnerables, que llegan a las instalaciones médicas y a las zonas de recepción en patética soledad. Algunos niños llevados a esas estructuras fueron encontrados bajo los escombros.
Con información de ANSA
