Ni la intensa lluvia pudo impedir que el 10 de marzo, la población irlandesa saliera a las calles de Dublín en un marcha masiva que, según The Irish Independent, tuvo la participación de más de 100 mil defensores de la vida, unidos como una sola fuerza para proteger a los no nacidos y a la Octava Enmienda.
Enormes pancartas, aviones con letreros, insignias y folletos proclamaban: ¡Protege la Octava Enmienda! Esto luego de que se anunciara un referéndum para este año, donde los irlandeses votarán sobre si derogar o no la Octava Enmienda, la cual garantiza el derecho a la vida de los no nacidos. De derogarse esta enmienda, el aborto sería legal hasta las 12 semanas de gestación.
«Primero vienen por el no nacido, luego vendrán por los discapacitados. Después vendrán por los ancianos. Al final vendrán por ti y por mí”. «Si las madres asesinan a sus hijos, no se sorprendan cuando los niños comiencen a asesinar a sus madres». «¡La respuesta a un embarazo no deseado es la pureza moral, no el asesinato!», eran algunas de las frases de los manifestantes.
Madre e hijo no están en competencia; el niño por nacer no es un agresor o invasor; ser provida es apoyar los derechos de los niños y apoyar a las mujeres y las madres. Ser provida no es ser antimujer, ser proaborto sí, porque ellos no defienden a las mujeres que viven en el vientre de sus madres.
Finalmente, la reciente manifestación en Dublín ha logrado algo muy importante, ha encendido el corazón provida en Irlanda y ahora se espera que este referéndum se pueda ganar. El pueblo de Dios en Irlanda y en otros países se están uniendo en continuas cadenas de oración para que se proteja la Octava. ¡Unámonos!
Enormes pancartas, aviones con letreros, insignias y folletos proclamaban: ¡Protege la Octava Enmienda! Esto luego de que se anunciara un referéndum para este año, donde los irlandeses votarán sobre si derogar o no la Octava Enmienda, la cual garantiza el derecho a la vida de los no nacidos. De derogarse esta enmienda, el aborto sería legal hasta las 12 semanas de gestación.
«Primero vienen por el no nacido, luego vendrán por los discapacitados. Después vendrán por los ancianos. Al final vendrán por ti y por mí”. «Si las madres asesinan a sus hijos, no se sorprendan cuando los niños comiencen a asesinar a sus madres». «¡La respuesta a un embarazo no deseado es la pureza moral, no el asesinato!», eran algunas de las frases de lo
