Da Silva logra el 50,8% de los votos frente al 49,1% de Bolsonaro. Gobernará sin mayoría en el Congreso y el Senado, dominados por el bolsonarismo.
Luiz Inácio Lula da Silva derrotó este domingo a Jair Bolsonaro por una muy ajustada ventaja para regresar, 12 años después, a la Presidencia de Brasil, la mayor economía de América Latina. El éxito del veterano político fue celebrado por figuras de la izquierda latinoamericana. También el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no tardó en congratularse por la victoria de Lula.
Escrutado casi el 100% de los votos Lula se impuso a Bolsonaro por un 50,87% frente al 49,13% de los votos. Es la diferencia más estrecha en una definición presidencial desde que la democracia brasileña comenzó a votar en 1989. Y es, también, la primera vez que un presidente que busca la reelección no la obtiene.
Lula, de 77 años, logra así una victoria agónica ante un rival que sumó muchos más votos de lo que las encuestas pronosticaron en los últimos meses. Será la tercera presidencia de Lula, que gobernó Brasil por dos periodos consecutivos entre 2003 y 2011.
Da Silva vuelve a la Presidencia con la «mochila» de su paso por la cárcel, 580 días en prisión por corrupción antes de que el Tribunal Supremo declarara inválida la sentencia por incompetencia del juzgado que lo condenó. Lula habla de «restablecer la paz» en el país «para construir el mundo que necesitamos». Su «compromiso número uno», ha dicho, es erradicar el hambre y la pobreza.
Una victoria a medias
Su ajustadísima victoria no será una presidencia en absoluto sencilla. El primer reto del vencedor tendrá que ser la reconstrucción de un país herido y dividido por la campaña más polarizada de la historia.
Además, tendrá un Congreso dominado por el bolsonarismo. Carece de mayoria parlamentaria suficiente, tanto en el congreso como en el senado; por lo que se verá obligado a pactar con los partidos del Centrâo.
También la mayoría de los gobernadores del país (13 de 17). Serán de la oposición y grandes Ciudades y Estados también en manos de los partidarios; del hasta ahora presidente, por lo que el panorama político se presenta espinoso para el Partido de los Trabajadores (PT).
