El Hermano Luis Miguel, Superior de la Congregación de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, afirmó, en el funeral del Hermano Diego Bedoya, que «en esta vida, nada sucede por casualidad, de esto estoy muy convencido. Más que en la casualidad, yo les invito a creer en La Divina Providencia
El Hermano Luis Miguel, Superior de la Congregación de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, afirmó, en el funeral del Hermano Diego Bedoya: «En esta vida, nada sucede por casualidad, de esto estoy muy convencido. Más que en la casualidad, yo les invito a creer en La Divina Providencia. Los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca nacimos oficialmente para la Iglesia el jueves Santo del año 1975 en Tanger, Marruecos. Desde entonces, nuestro fundador, el Hermano Isidoro Lezcano, estableció que todos los hermanos profesos de la Congregación, renovaran sus votos el día de jueves Santo ante el monumento. Hoy, hemos renovado con una emoción muy grande y mayor firmeza si cabe, nuestros votos ante el cuerpo de nuestro Hermano, en este jueves Santo tan particular que nos habla de amor fraterno, entrega y servicio…».
El religioso Diego Bedoya, Superior de la Casa de la Victoria de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca en Venezuela, fue asesinado el 10 de abril, Lunes Santo.
El pueblo victoriano acompañó al Hermano Diego hasta su última morada, donde él vivió a plenitud su vocación. Desde la Iglesia Matriz Nuestra Señora de Guadalupe hasta el Ancianato de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, mejor conocido como el Ancianato del Padre Suso.
El Hermano Luis Miguel, Superior de la Congregación de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, y el Hermano Juan José Perdigones, se trasladaron a Venezuela desde España para participar en el funeral del Hermano Diego Bedoya, nacido en Colombia.
El cuerpo de Diego Bedoya fue encontrado en su oficina en la casa hogar que funciona como ancianato en el estado venezolano de Aragua. El lugar fue saqueado por delincuentes, quienes robaron computadoras, comida y los objetos de valor que encontraron.
Diego Bedoya tenía 35 años, era colombiano y estaba en Venezuela desde hacía más de 15 años. Servía en la Casa de la Victoria donde se asiste a ancianos y niños con discapacidad. En total se atiende en el lugar a unas 65 personas.
Sobre el asesinato de Bedoya, el Superior General de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, el hermano Luis Miguel Martell, escribió: “Rogamos al buen Padre Dios, para que acoja en su seno a nuestro hermano Diego y dé el consuelo a sus familiares, hermanos religiosos y amigos, que lloramos tan inesperada pérdida”.
