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MISIONEROS TESTIFICAN DE LA SALVACIÓN DE MILES DE PERSONAS EN MOZAMBIQUE

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Una pareja estadounidense relata las maravillas de Dios en Mozambique. El impacto en los lugareños ha transformado miles de personas acercándolos a Jesús a través de la sanación divina.

En medio de tierras devastadas por la guerra, Heidi y Rolland, misioneros estadounidenses que forman parte del movimiento “Bendición de Toronto”, recibieron una gran promesa de parte de Dios: “los ciegos verán, los sordos oirán, los lisiados caminarán, los mudos hablarán, los muertos resucitarán y las multitudes vendrán a Jesús” en Mozambique.

Al principio parecían cosas imposibles, pero al llegar a Mozambique en 1997, una de las naciones más pobres de la tierra, cuenta Heidi que salió a la calle buscando a todos los ciegos que pudiera encontrar. “Debo haber orado por 20 ciegos, y ninguno de ellos vio. Pero yo continué orando y recordando las palabras proféticas que el Espíritu Santo puso en mi corazón. No voy a desistir. Un día van a ver”.

De hecho, tardó algún tiempo, pero las promesas empezaron hacerse realidad. A través de ellos, ciegos empezaron a ver, sordos comenzaron a oír y los lisiados comenzaron a caminar. Las personas eran curadas milagrosamente, había multiplicación sobrenatural de comida y resurrecciones de muertos. “Eso generó un gran crecimiento de la iglesia en áreas predominantemente musulmanas”, escribió.

El pastor Randy Clark, que trabajó muy cerca del ministerio de los Baker, cuenta que “desde que fueron tocados por Dios en Toronto, durante el avivamiento, ganaron cerca de un millón de personas para Jesús. Iniciaron casi 10.000 iglesias y coleccionaron testimonios de 450 personas resucitadas”. Las provincias enteras fueron transformadas por el Evangelio, en Mozambique y regiones antes conocidas como musulmanes, son ahora consideradas cristianas.

Con miles de iglesias y multitudes de convertidos, Heidi está reproduciendo un patrón visto en la Iglesia Primitiva y en las narrativas misioneras del siglo XIX, donde sanidades y otros sucesos milagrosos acompañaron la predicación evangelística y fueron preludios para el rápido crecimiento de la iglesia.