La epidemia de cólera en Yemen ya se ha cobrado 950 vidas y miles más están en peligro.
Este viernes dos relatores especiales de la ONU hicieron un importante llamado para controlar la epidemia, a través de la mejora y reparación de los sistemas de agua y saneamiento, que juegan un importante papel en la propagación de la enfermedad.
Las autoridades de Yemen y la comunidad internacional deben actuar de manera urgente para proveer agua potable en ese país ante la creciente epidemia de cólera, advirtieron dos expertos de la ONU.
Los relatores especiales para el agua y el saneamiento, Leo Heller y para la salud, Dainius Puras, aseguraron que es necesario reparar la infraestructura dañada por la guerra de manera que se pueda aumentar el acceso al agua potable y evitar que las personas recurran a medidas insalubres.
«Están viéndose obligados a comprar agua de vendedores que utilizan fuentes no fiables, como pozos sin protección, exponiéndolos a enfermedades transmitidas por el agua como el cólera y la diarrea», declaró Puras.
Los expertos resaltaron que aunque toda la población es vulnerable, los niños corren mayor riesgo de sufrir estos padecimientos.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, hay más de 135.000 casos probables de cólera y casi 1.000 personas han fallecido a causa de la enfermedad.
El impacto de la epidemia ya ha alcanzado ocho gobernaciones de Yemen.
