Cada año a finales de junio, decenas de miles de personas en Italia recorren 10 kilómetros a pie desde el pueblo de Solferino a Castiglione. Por la noche, a la luz de las antorchas. ¿Para qué?
En 1859, miles de heridos fueron evacuados por este camino en la batalla de Solferino, la contienda más grande de la guerra austro-italiana-francesa. Un testigo accidental fue el empresario suizo Henri Dunant. Se sorprendió de que los heridos agonizaran sin ninguna ayuda, y convocó a los residentes locales para cuidar de ellos. Así, Dunant dio luz a la idea de crear la Cruz Roja, una organización que ayuda a todos los heridos en el campo de batalla. Hoy en día, voluntarios de diferentes países celebran anualmente este evento con la tradicional «fiaccolatta» (vigilia con antorchas).
