El representante de UNICEF en Siria ha visitado los campos de desplazados a donde llegan las familias que huyen de Raqqa y Deir-ez-Zo, en Siria. Los menores que han logrado escapar están profundamente traumatizados y miles más siguen atrapados en la ciudad y en zonas de combate.
El impacto de la guerra en los niños sirios siguen siendo devastador. Miles de personas huyen de las ciudades de Raqqa y Deir-ez-Zor. Los menores se encuentran desorientados y en shock y necesitan ayuda y protección con urgencia.
Lo ha explicado el representante de UNICEF en Siria tras visitar los campamentos de desplazados en Areesha, Ein Issa y Mabrouka, donde conversó con muchos pequeños afectados. Fran Equiza emitió un comunicado en el que asegura que los seis años de conflicto en Siria han destruido la niñez de millones de menores y les han causado un daño enorme.
«Estoy abrumado por las experiencias traumatizantes que han vivido estos niños. Han tenido que soportar una violencia brutal, han perdido amigos y familiares. Están aterrados y, sin embargo, tienen esperanzas», apuntó Equiza.
Explicó que el personal de UNICEF provee ayuda humanitaria a las familias en esos campamentos, pero no puede llegar a los miles de menores atrapados en la ciudad sitiada de Raqqa.
«Sin acceso de las agencias humanitarias, la ciudad está completamente de la ayuda de emergencia. Los niños y las familias tienen poco o nada de agua, mientras que los suministros de comida se agotan rápidamente»
Equiza pidió a los actores del conflicto que permitan la salida de los civiles de Raqqa.
Cumpliendo «con las obligaciones legales que tienen con los niños». «Todos los menores en Siria deben ser protegidos en todo momento», concluyó el representante de UNICEF.
