Fundación Alfarcito entrega de donaciones
Siguiendo la tradición del Padre Chifri, de recorrer los cerros para entregar regalos y donaciones recibidas para esta época del año, miembros de la Fundación Alfarcito visitaron a familias de Las Cuevas y El Toro.
El pasado sábado 13 de enero amaneció prometiendo ser un día maravilloso y como estaba programado, miembros de la Fundación Alfarcito y voluntarios se reunieron temprano en Campo Quijano para iniciar la marcha a los cerros.
Cerca de las diez de la mañana se llegó a El Alfarcito y se detuvieron para rezar en la capilla donde descansa el Padre Chifri. La marcha siguió hasta Las Cuevas, donde los niños salieron corriendo para recibir a los visitantes, y gran sorpresa tuvieron, cuando pudieron ver los regalos que les entregaban.
Un momento muy bonito fue saludar a Inés Sulca una artesana que con su artrosis en sus manos continúa haciendo artesanías, las que vende en el centro de artesanos de El Alfarcito. Ella ama trabajar y contribuye al sostenimiento de su familia.
Continuamos el viaje hasta la casa de otra luchadora de la vida, Susana Guanuco quien nos recibió junto a su hijo Alan. Entregamos una manguera que nos donaron especialmente para que pueda llevar agua a su huerta, regalos para su hijo y ropa para ambos. Ella nos mostró su huerta y los trabajos que hizo para mejorarla. Al despedirnos nos convidó con unas deliciosas croquetas.
El viaje continuó hasta El Toro, allí visitamos a varias familias, quienes nos recibieron con mucha felicidad y cariño, mostrando su agradecimiento por sorpresiva visita. En la casa de la familia Olmos, madre e hijas nos agasajaron con unas bellas coplas improvisadas para manifestar su cariño y agradecimiento.
El clima nos acompañó pero la madre naturaleza nos advertía que debíamos volver, ya los cerros se iban cubriendo con nubes muy cargadas, además el camino nos impedía continuar hasta Finca el Toro.
Todos regresamos felices y muy agradecidos por el cariño recibido. Esto se logró gracias a las donaciones recibidas de Salta y de otras provincias, de donde nos enviaron ropa, juguetes y golosinas.
Con este gesto solo pretendimos continuar con la costumbre del Padre Chifri, quien visitaba los parajes con sorpresas para los más pequeños para mantener viva su ilusión y dibujarles una sonrisa y brindarles un momento de felicidad a los mayores.
