Según una investigación de Intersociety, cerca de 16 000 personas, en su mayoría cristianas, han sido asesinadas en los últimos 3 años, desde que el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, asumió su cargo. Este gobierno se ha cruzado de manos ante la sangre derramada de miles de cristianos.
Las 16 000 muertes se componen específicamente de 2050 víctimas de violencia directa del Estado, 7950 víctimas de custodia policial o de cautiverio, 2050 víctimas del terrorismo musulmán de Boko Haram y 3750 víctimas de los terroristas musulmanes conocidos como «pastores fulani». Además de las pérdidas humanas, cientos de iglesias cristianas también han sido destruidas.
Pese a que Buhari prometió derrotar a Boko Haram al llegar al poder y, aunque, las autoridades dijeron en varias ocasiones que el grupo islámico radical estaba siendo expulsado con éxito del país, es claro que todavía continúan los ataques con bombas, masacres y secuestros.
Tan solo en los últimos 3 meses, más de 350 cristianos han sido asesinados por los fulani y Boko Haram en Adamawa, Taraba, Borno, Benue y Kaduna del Sur. A pesar de las promesas de Buhari, los ataques contra los cristianos han aumentado en un 62 % desde junio de 2015 y, aparentemente, el gobierno no está haciendo «nada» para llevar a los responsables ante la justicia.
El apóstol Pablo escribió: “Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero”. No olvidemos, pues, que tenemos hermanos en la fe, en todo el mundo, que son cruelmente asesinados por su amor a Dios. Valoremos la libertad que tenemos para servir al Señor y no cesemos de orar por aquellos que sufren persecución.
