LA GUERRA CIVIL EN SIRIA VOLVIÓ A CONCITAR LA ATENCIÓN DEL PONTÍFICE
Francisco se refirió a un ataque este fin de semana en un pueblo controlado por rebeldes cerca de Damasco en el que se habría utilizado gas venenoso. El saldo provisional arroja 70 muertos, entre ellos mujeres y niños. Oraciones por las víctimas y la paz.
El Papa Francisco condenó este domingo un presunto ataque con gas venenoso en un pueblo controlado por rebeldes cerca de la capital de Siria, Damasco que arrojó decenas de muertos, entrre ellos mujeres y niños. A la par que ofreció sus oraciones por los muertos y las familias que están sufriendo.
«No hay una guerra buena o mala, y nada puede justificar tales instrumentos que exterminan a personas y poblaciones indefensas», dijo el Papa. «Oremos para que los políticos responsables y los líderes militares elijan otro camino: el de las negociaciones, el único que puede traer la paz», agregó.
Según las primeras estimaciones, unas 70 personas murieron durante el ataque perpetrado en la noche del sábado, entre ellas mujeres y niños que se habían guarecido en sótanos. Además, se habrían producido numerosos heridos. Las palabras del Papa apuntaron al régimen sirio.
Este mismo domingo, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, llamó a detener los combates en Duma, cerca de Damasco, e indicó que la organización no está en condiciones de confirmar la utilización de armas químicas.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, consideró certero que hubiera ataques con armas químicas, y responsabilizó a Rusia y a Irán de estos crímenes. En tanto, el líder ruso, Vladimir Putin, hizo su descargo sosteniendo que tales rumores corren para justificar una intervención militar extranjera en la nación que gobierna Bashar Al-Assad, socio de Moscú.
Minutos antes, en una misa centrada en la misericordia, Francisco instó a los fieles a no renunciar al sacramento de la reconciliación, especialmente a los que continúan reincidiendo.
El pontífice instó a los fieles a seguir buscando la reconciliación o la confesión, porque «cada vez que recibimos el perdón, nos sentimos alentados y alentados».
La celebración del Domingo de Misericordia Divina fue establecida por el papa Juan Pablo II, y este año inicia una reunión de cuatro días de los Misioneros de la Misericordia de Francisco, formada durante el reciente Año Santo de la Misericordia para promover la confesión.
El martes, los misioneros tendrán una audiencia con Francisco, seguida de una misa especial con él en la Basílica de San Pedro.
