Los arqueólogos habían dejado de excavar en ciertos sitios de Irak, como la tumba del profeta Jonás, por miedo a destruirlos. Sin embargo, los combatientes de la organización terrorista ISIS no tuvieron reparo en destruir numerosos sitios arqueológicos, sin imaginar que desenterrarían importantes evidencias que respaldan los textos bíblicos del Antiguo Testamento.
Los combatientes de ISIS tomaron Mosul y otras áreas iraquíes en 2014, en el ataque perpetrado derribaron la tumba del profeta Jonás y cavaron túneles en busca de tesoros o artefactos enterrados que podrían vender para financiar sus operaciones terroristas, según el diario The Telegraph.
Luego de que el ejército iraquí erradicó a ISIS a inicios de este año, los arqueólogos comenzaron a revisar los sitios históricos para ver cuánto daño se había hecho. Entonces, hicieron unos descubrimientos sorprendentes. Los túneles cavados por el grupo terrorista revelaron un palacio asirio intacto en la antigua ciudad de Nínive y varias inscripciones que corroboran los textos bíblicos.
Un artículo en la revista Iraq, una revista de arqueología publicada por la Universidad de Cambridge, examina artefactos descubiertos previamente y aquellos descubiertos por ISIS. Las inscripciones encontradas en la antigua ciudad de Nínive brindan un orden de reyes asirios que coincide perfectamente con el orden que encontramos en la biblia:
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Sargón II (Sargón en la Escritura): Isaías 20:1
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Senaquerib: 2 Reyes 18-19, 2 Crónicas 32, Isaías 36-37
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Esar-hadón: 2 Reyes 19:37, Isaías 37:38
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Asurbanipal (también conocido como Asnapar o Osnaper): Esdras 4:10
Otras inscripciones confirman las referencias bíblicas a la ciudad de Cala (Génesis 10:11-12) y la metodología de reasentamiento utilizada por los asirios (Esdras 4:10). Una vez más, la Palabra de Dios demuestra ser infalible.
*Imágenes referenciales
