«Los humanitarios pueden tratar al paciente, pero solo los estados pueden curarlo»
Intervención del Director de Operaciones del CICR Dominik Stillhart en la Segunda Conferencia de Bruselas sobre Siria (2018)
Excelencias, señoras y señores,
Gracias por dar la oportunidad al Comité Internacional de la Cruz Roja de hablar con usted hoy.
Como saben, el CICR estuvo presente en Siria desde el comienzo del conflicto; todos los días él es testigo del colapso de un país, de todas esas vidas destruidas.
No les recordaré aquí los hechos y las cifras detrás de esta tragedia. Los conocemos demasiado bien.
Lo que necesita saber es que la población está agotada. Los habitantes están agotados por esta guerra que nunca termina. Una guerra que no parece tener límites.
El conflicto sirio es un conflicto complejo, en el que participan muchos actores: Estados, grupos armados, milicias, autodefensas, pero también aquellos que asesoran o actúan en su nombre.
Esta multitud de actores conduce a una difusión de la responsabilidad que, al final, ya no permite distinguir lo verdadero de lo falso, la verdad de la mentira.
Es sumamente importante que los Estados, así como otros actores involucrados, usen su influencia para aliviar la situación lo más rápido posible.
En otras palabras, los estados que apoyan a las partes en el conflicto sirio deben:
– Primero, aclare las responsabilidades: ¿quién es responsable de qué y en nombre de quién? La ambigüedad solo aumenta el riesgo de violaciones del derecho internacional humanitario.
– Segundo, fortalecer la responsabilidad. Los estados deben implementar procedimientos claros para registrar casos de presuntas violaciones y luego investigar tales casos.
– En tercer lugar, regular más estrictamente las transferencias de armas a las partes sospechosas de cometer violaciones del derecho internacional humanitario.
Estas son solo tres de las diez recomendaciones que el CICR ha dirigido a las partes en conflicto y estados influyentes.
Claramente, no se debe dar apoyo a los beligerantes que no respetan las leyes de la guerra. Sin respeto, sin apoyo. Esta simple regla tiene el poder de salvar vidas.
Los estados que apoyan a las partes en el conflicto, junto con los estados influyentes, tienen la responsabilidad moral y legal de proteger a los vulnerables, los heridos, los desplazados y los detenidos.
Damas y caballeros,
A solo cuatro horas y media de aquí, decenas de miles de personas viven con miedo e incertidumbre.
Algunos sobreviven en refugios improvisados o en sus casas medio destruidas. Otros languidecen en los centros de detención. Aún otros duermen afuera.
Es el futuro de toda una generación que estamos sacrificando. Con niños que crecen sabiendo solo miedo e incertidumbre, bombas y balas.
En Siria, los civiles son los primeros en ser atacados cuando deberían ser los primeros en ser protegidos.
Ante tal tragedia, ¿se puede reclamar una autoridad moral mientras se permanece inactivo?
No. Claro que no. Los estados tienen cierta responsabilidad, todos tenemos alguna responsabilidad. Cada uno a su manera, cada uno a su nivel.
Los humanitarios pueden tratar al paciente, pero solo los estados pueden curarlo.
Damas y caballeros,
Esta guerra no ha terminado. El sufrimiento persiste. Incluso han empeorado en los últimos meses.
En nombre de la moral y la civilización, es hora de actuar.
Lo que el CICR está pidiendo es simple:
– Más protección para las personas vulnerables.
– Más respeto por el derecho internacional humanitario a través de acciones concretas. Recuerde: sin respeto, sin apoyo.
– Más coraje político para sacar a Siria del callejón sin salida y dar a todos los sirios la esperanza que desean y necesitan.
Te agradezco
