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FIEL HASTA EL FINAL

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Pastor mexicano es asesinado, nueve años después del asesinato de su hijo.

Ser cristiano en Juárez, México, requiere coraje, agallas y mucha determinación. El alto nivel de delincuencia, violencia y corrupción ha obligado a miles a abandonar la ciudad, cerrar sus iglesias e incluso abandonar su fe.

Juárez, una vez considerada la ciudad más violenta y peligrosa del mundo, sigue siendo un lugar donde la seguridad cotidiana es un sueño lejano. Ubicada en el enorme desierto y flanqueada por montañas bajas, la ciudad industrial de Juárez, Chihuahua, está separada de los Estados Unidos por la estrecha franja del Río Grande y una valla eléctrica baja que divide las dos ciudades con cuatro puntos fronterizos. Estas ciudades forman Juárez-El Paso, la segunda área metropolitana binacional más grande de la frontera México-EE. UU. Su estratégica ubicación hace que el área sea un centro muy atractivo no solo para los inversores y visitantes, sino también para los carteles de la droga y los comerciantes. En manos del crimen organizado, los ciudadanos han sufrido extorsiones, secuestros y amenazas. Los cristianos también se han convertido en un blanco fácil.

Todos los días, los mexicanos cruzan la frontera internacional, encaran el denso tráfico y el pasaje por las aduanas o, cruzan la frontera a pie, por un camino cercado con rejas de metal, huyendo de la violencia y el crimen que ha invadido Juárez, y buscando mejores oportunidades en su ciudad vecina, El Paso. Sin embargo, hay una iglesia en crecimiento en México que decidió permanecer, mantenerse firme en primera línea y marcar la diferencia.

COMO OVEJAS EN MEDIO DE LOBOS

Eduardo García, pastor de 65 años, es uno de esos valientes cristianos que decidió defender sus creencias para alentar y fortalecer a la iglesia en Juárez. Aunque el costo que pagó por su decisión de permanecer en la ciudad era muy alto, pero él creía firmemente que el llamado de la iglesia es para esta época: ser luz entre la oscuridad.

El año pasado, 2017, Puertas Abiertas lo visitó y compartió con nosotros su amor y visión para la iglesia en Juárez. «En mi familia, todos somos ciudadanos estadounidenses, pero decidimos quedarnos aquí. Amamos esta tierra, nuestra gente y queremos hacer algo con respecto a la situación actual. Es cierto que, debido a la crisis de inseguridad en Juárez, muchas empresas e iglesias cerraron sus puertas. Pero, mi familia y yo, creemos que todo puede cambiar por el poder de la oración», dijo.

Fiel a esta visión, el pastor Eduardo, quien es el principal pastor de la Iglesia Nueva Vida en Juárez, organizó muchas campañas de oración y movimientos masivos de evangelismo para restaurar la paz en la ciudad.

«El precio que pagamos como familia era demasiado alto. Perdí a mi hijo durante la peor crisis de violencia en Juárez, en octubre de 2009.Mientras estaba involucrado organizando movimientos de oración en masa con otros pastores e iglesias, mi hijo fue asesinado. El dolor que sentimos fue realmente fuerte. No lo desearíamos en nadie … Habíamos decidido rescatar la ciudad, pero nunca imaginé que formaríamos parte de las estadísticas, por causa de ello. Sin embargo, recibimos una palabra de Dios, que necesitábamos rescatar la ciudad y yo descansaba en esta palabra».

El pastor Eduardo y la foto de su hijo, Abraham García

«Mi hijo de 24 años, Abraham, fue asesinado frente a su esposa y su hijo, y eso fue muy difícil de tratar. Un año después, mi hija Griselda también fue secuestrada por el crimen organizado. No pude llamar a la policía y tuve que negociar su rescate. Ella se quedó con ellos por tres días. Esto también fue muy doloroso. Estaba viviendo de nuevo lo que pasé con mi hijo «.

Escuchando el testimonio del pastor Eduardo y mirándolo a los ojos, era evidente su pasión por Cristo y su determinación de continuar extendiendo el reino de Dios en Juárez, sin importar las consecuencias. Entonces, no pudimos evitarlo, y le preguntamos: ‘¿Cómo puede lidiar con todo esto? ¿De dónde viene su fuerza para continuar?

«La palabra de Dios me ha consolado en estos tiempos difíciles. En el último versículo del libro de Mateo, Él dice: ‘…Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo’. Este versículo de la Biblia me da paz. Cuando mi hijo murió, él estaba conmigo. Cuando estaba en la cama sin poder dormir, Él estaba conmigo. Él me dio fuerza, Él estaba conmigo. Él pensó que para consolar a mi familia, él estaba conmigo. Él me mostró cómo consolar a mi familia, él estaba conmigo. Este versículo es clave para mí; Dios dice que estará con nosotros siempre, todos los días, no un día ni una semana o un año, ¡sino todos los días!

UN PRECIO MÁS ALTO

El 8 de junio de 2018, el pastor Eduardo sufrió, una vez más, en las manos del crimen organizado, esta vez su vida fue tomada. Eduardo ‘Lalo’ García recibió, por lo menos, seis disparos, cuando era perseguido por sicarios no identificados. Él estaba intentado huir de sus perseguidores en su automóvil, pero en el intento recibió los disparos provenientes del carro que lo perseguía. Finalmente, su automóvil se desvió hacia una parada de autobús y luego chocó con otro vehículo, antes de fallecer y partir para la presencia del Señor. El asesinato del pastor tuvo lugar a plena luz del día en Ciudad Juárez, conocida en algún momento, alrededor del mundo, como ‘la capital de los asesinatos’.

Entre 2007 y 2014, miles de personas fueron asesinadas en Juárez por actos de violencia relacionados con el crimen organizado. En 2011, el número de muertos en México fue mayor incluso que en Siria. A pesar de ello, las autoridades locales no están haciendo mucho para detenerlo. El gobernador del estado de Chihuahua, del cual Ciudad Juárez es la ciudad más grande, admitió el año pasado que su gobierno no tiene los medios para enfrentar el crimen organizado.

El pastor Eduardo se fue, pero su legado permanece. ¡Su trabajo no fue en vano!

UN LEGADO DE ESPERANZA PARA JUÁREZ

Cuando la entrevista que le hicimos, en 2017, estaba a punto de terminar, el pastor Eduardo nos dijo lo siguiente:

«Para nosotros es claro que Dios está haciendo grandes cosas en nuestra ciudad. Nuestras iglesias están llenas hoy; están llenos de «formadores», personas borrachas, antiguos drogadictos, etc. Cuando la situación se vuelve más difícil, y la persecución aumenta, el coraje de los cristianos sale a la luz. Hoy, somos más fuertes que nunca. La iglesia ha crecido en Juárez. El Evangelio se predica en todas partes, a las principales plazas, parques, en los autobuses e incluso a los políticos. Hemos visto la persecución en diferentes formas, pero debido a esto, la iglesia de Ciudad Juárez es más fuerte que nunca».

«Solo somos instrumentos en las manos de Dios para bendecir a nuestra gente». Por eso, no dejaremos nuestra ciudad, pase lo que pase. Y no iré a la presencia de Dios hasta que vea a mi pueblo cambiado y esta tierra sea bendecida por el Señor».

PETICIONES DE ORACIÓN:

  • Por favor, oren por la familia del pastor Eduardo. Oren específicamente por su esposa e hijas que han sufrido tanto en las manos del crimen. Que su fe permanezca fuerte e inquebrantable.

  • Intercedan por los cristianos en Juárez. Que continúen haciendo una diferencia a pesar de la persecución que enfrentan del crimen organizado. Que el Señor dé estrategias claras y más amor para continuar invirtiendo en la transformación de la sociedad a través de la oración y el evangelismo.

  • Alaben al Señor por el trabajo del pastor Eduardo en esta ciudad, que este trabajo continúe dando frutos para la comunidad y el país.