Por su parte, veinte expresidentes critican al Papa por mensaje de Navidad sobre Nicaragua.
Nicaragua llegó este lunes a los 265 días de protestas contra el gobierno de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo. Ciudadanos de diferentes departamentos del país siguen reportando a diario secuestros, cateos y persecuciones, por parte de la Policía Orteguistacontra jóvenes que protestaron pidiendo la salida del mandatario.
Ante esta difícil situación un grupo de pastores evangélicos junto al pueblo de Somoto y autoridades municipales realizaron una jornada de oración por la paz de Nicaragua. La reunión se intercesión se llevo a cabo el pasado domingo.
Los líderes de diferentes iglesias evangélicas de la ciudad cantaron alabanzas de adoración, durante ese momento de oración por el bienestar de cada habitante en el país.
Los pastores también se dedicaron a orar por las autoridades nacionales que dirigen el país, diputados, alcaldes y concejales, para que Dios les de sabiduría en la conducción del país y de los municipios, y que haya mayor prosperidad.
Nicaragua vislumbra un 2019 incierto, con una economía deteriorada y una creciente represión contra la prensa y los defensores de derechos humanos, mientras Ortega se aferra al poder en medio de un aislamiento internacional que tiende a recrudecerse, según analistas.
La actividad de oración se llevó a cabo en la calle al oeste del parque central de la ciudad de Somoto, con el lema “Juntos abriremos puertas de bendición para este 2019”.
Expresidentes critican al Papa por mensaje de Navidad sobre Nicaragua
Mientras tanto, una veintenta de expresidentes latinoamericanos enviaron una carta al papa Francisco en la que critican su mensaje en la última Navidad en el que pidió, desde los balcones del Palacio Apostólico del Vaticano que Nicaragua llegue finalmente a la “reconciliación”.
La misiva fue encabezada por el dos veces presidente de Costa Rica y ex Nobel de la Paz, Oscar Arias, e impulsada por la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA). La carta fue firmada, entre otros, por el argentino Fernando de la Rúa, el uruguayo Luis La Calle, el chileno Eduardo Frei, los colombianos Andrés Pastrana y Alvaro Uribe, la costarricense Laura Chinchilla y los mexicanos Felipe Calderón y Vicente Fox.
En rechazo al llamado de Francisco, los firmantes recuerdan que el régimen sandinista de Nicaragua ha reprimido protestas populares en el país centroamericano a un precio de casi 300 muertos.
“Como se lo expresáramos a Su Santidad en una anterior misiva, sabemos de su preocupación por el sufrimiento que hoy padecen, sin distingos, todos los venezolanos y ahora los nicaragüenses. Los primeros son víctimas de la opresión por una narco-dictadura militarizada, que no tiene reparos en conculcar de manera sistemática los derechos a la vida, a la libertad y a la integridad personal y, además, como consecuencia de sus políticas públicas deliberadas y una palmaria corrupción que escandaliza mundialmente, somete a éstos a condiciones de hambruna generalizada y falta de medicinas. Los segundos, a mediados año, fueron víctimas de una ola de represión que deja como saldo casi 300 muertos y unos 2.500 heridos”.
La carta de los exmandatarios agrega que, por lo tanto, “nos preocupa el llamado de Su Santidad a la concordia, ya que, en el contexto actual puede entenderse ello como un pedido a los pueblos que son víctimas para que se acuerden con sus victimarios”.
La carta, además de los expresidentes citados, lleva las firmas de Nicolás Ardito Barletta y Mireya Moscoso (Panamá); Enrique Bolaños (Nicaragua); Alfredo Cristiani (El Salvador); Rafael Ángel Calderón (Costa Rica); César Gaviria (Colombia); Osvaldo Hurtado y Jamil Mahuad (Ecuador); Jorge Tuto Quiroga (Bolivia); Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica); y Juan Carlos Wasmosy (Paraguay).
El Consejo Permanente de la OEA evaluará el próximo 11 de enero si aplicarle al país la Carta Democrática Interamericana, una iniciativa que podría conducir a la suspensión de Nicaragua del organismo y provocar “el total aislamiento del régimen”, advierte el politólogo y analista José Antonio Peraza.
Conllevaría además el congelamiento de “todos los préstamos y desembolsos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de otros organismos multilaterales” que financian alrededor del 30% del presupuesto del país, uno de los más pobres del hemisferio, acotó el especialista.
