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En comunidad, organización y cuidados como respuesta a la crisis

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A través de los Centros de Encuentro y Cuidado Comunitario Cáritas quiere potenciar y ampliar sus servicios de ayuda inmediata.

La situación de pandemia que transitamos ha agravado las dificultades económicas, alimentarias, laborales y sanitarias de los sectores, especialmente entre los más vulnerables.Entre las múltiples acciones desarrolladas por Cáritas para dar respuesta adecuada a esta emergencia figura el impulso de los Centros de Encuentro y Cuidado Comunitario (CECC).
Se trata de una iniciativa que promueve el fortalecimiento de los equipos y los servicios de comedores y merenderos, impulsando condiciones mínimas que contribuyan a ampliar su perspectiva y sus servicios socio pastorales, dinamizando el barrio/comunidad en perspectiva de cuidado y de derechos, cada vez más integral .
El cuidado de la comunidad es un objetivo prioritario de Cáritas, porque entendemos que sus fortalezas compartidas son la base para el empoderamiento de cada uno de sus integrantes. En este acompañamiento, es imprescindible favorecer la integralidad, partiendo de la realidad de cada contexto y de los servicios que se prestan en cada lugar.
Esta iniciativa se suma a las muchas prácticas y saberes que ya se vienen dando creativamente: centros barriales, espacios educativos, emprendimientos de la economía social, y otras experiencias de organización comunitaria que son expresiones de esta perspectiva integral.

Qué es un CECCE
El nombre elegido para este proyecto expresa el espíritu que lo anima y un horizonte común que quiere alentar:- CENTRO, no sólo porque hace referencia a un lugar físico animado por Cáritas, sino también porque es un espacio abierto a todos, que nuclea y convoca. Es un ámbito de referencia, que es parte integrante del barrio, capaz de generar un profundo sentido de pertenencia.- DE ENCUENTRO, porque procura facilitar la vinculación entre las personas y experimentar que no estamos solos, animando la solidaridad propia de la vecindad.- Y CUIDADO, porque nace como respuesta a las necesidades primarias de alimentación, pero no como mera asistencia, sino como expresión de la opción preferencial por los pobres, de una perspectiva de derechos y equidad entre hombres y mujeres. Este cuidado básico buscará proyectarse a otros aspectos de la persona y de la comunidad: trabajo, la adecuada nutrición, la salud (física, psíquica, espiritual), educación, recreación, contención, participación ciudadana, etc.- COMUNITARIO, porque nace de la comunidad y es sostenido por la comunidad. Busca responder a necesidades comunitarias e integrar a las familias como protagonistas de esta experiencia.

¿Cuáles serán las principales líneas de acción del Programa?

Podemos destacar las siguientes: Potenciar la asistencia alimentaria (en formato de comedor, merendero, copa de leche, entrega de alimentos) articulando con políticas públicas. Organizar los esfuerzos y concretar soluciones alimentarias.

Fortalecer equipos que ya tienen presencia sostenida y estabilidad en el barrio y estén llevando adelante distintas acciones de cuidado.

Programar y llevar adelante nuevas acciones de prevención, cuidado y desarrollo comunitario que se vean oportunas.

Facilitar articulaciones y tejer redes con las comunas, municipios o comité de crisis (al igual que con otras organizaciones), poniendo el foco en la concesión de respuestas a las necesidades de la comunidad.

Ubicados a lo largo y ancho de las 8 regiones de Argentina, actualmente son 380 los espacios comunitarios que buscan fortalecerse como centros de encuentro y cuidado comunitario. Hasta el momento, el programa fue asumido por 35 Cáritas diocesanas y, a través de encuentros y reuniones de trabajo, van configurando el rostro territorial de esta experiencia.
Más de 3000 colaboradoras/es contribuyen a que estos centros día a día abran sus puertas y se llenen de encuentros.
En su mayoría son mujeres de los mismos barrios que, con especial esfuerzo en estos tiempos de emergencia sanitaria y socioeconómica, sostienen este gran tejido de contención y solidaridad. Las personas que animan estos espacios encarnan la certeza de que todos tenemos derecho al alimento y a un buen vivir, y que es posible alcanzarlo con la potencia del entramado comunitario.
Para el desarrollo de esta iniciativa, está previsto continuar con encuentros formativos sobre diferentes temáticas consideradas prioritarias por los responsables comunitarios. Estos espacios también permiten el intercambio de experiencias, aprendiendo nuevos modos acompañar la búsqueda de soluciones creativas a distintas problemáticas.
 Como dice el Papa Francisco: “Nadie puede pelear la vida aisladamente. Se necesita de una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante. ¡Que importante es soñar juntos!” (Fratelli Tutti 8)