El 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Fecha establecida en conmemoración a la primera reunión que celebró, en 1982, el Grupo de Trabajo sobre las múltiples Poblaciones de Pueblos Originarios de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías.
Los Pueblos Indígenas mantienen culturas diversas y ricas, haciendo que su relacionamiento con el entorno sea único, armonioso y sostenible, sus prácticas contribuyen al bienestar del ambiente todo, no obstante continúan resistiendo ante los embates de modelos económicos extractivistas, y muchas veces del Estado, que no los contemplan y tampoco respetan sus derechos.
La búsqueda y exigencia del reconocimiento de sus identidades y el cumplimiento del derecho sobre sus territorios ancestrales y bienes naturales, sigue siendo el motor permanente en sus luchas. Sus derechos en Argentina se expresan en el Artículo 75, Inciso 17 de la Constitución Nacional, otro documento que los contempla es el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y Tribales, el más importante instrumento internacional, fuente de reconocimiento y promoción de los Derechos Indígenas. A partir de su ratificación el Estado argentino está obligado a hacerlo efectivo.
La ONU destaca que en estos tiempos de pandemia, “…gracias a sus conocimientos tradicionales y su relación con el mundo natural, los Pueblos Indígenas saben desde hace tiempo que la degradación del medio ambiente tiene el potencial de desencadenar enfermedades”.
Así también el Papa Francisco sostiene, “…además de enfrentar la amenaza de sus tierras y su modo de vida, sufren grandes adversidades, como la falta de los servicios sanitarios, educación de calidad y múltiples formas de discriminación”.
La Contribución de los Pueblos Indígenas a la diversidad cultural, armonía social y ecológica de la humanidad y su cooperación en el cuidado del planeta es enorme y por demás valiosa.
