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Colombia: Niños del hogar «La Casita»

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Niños indígenas de padres cristianos perseguidos en las montañas del norte de Colombia

Puertas Abiertas abrió recientemente un nuevo hogar infantil para los niños de Aracataca en la región de Magdalena, en el norte del país. De momento, el hogar cuenta con cinco niñas y diez niños que pertenecen a la tribu Arhuaco y cuyos padres están siendo perseguidos por las autoridades de carácter tradicionalista. La razón principal por la que se ha traído a estos niños a vivir en La Casita es para protegerles de ser forzados a practicar los rituales satánicos que se integran en la educación tradicional de esta tribu. En vez de esto, ahora reciben enseñanza bíblica en nuestro centro. Los niños se encuentran cerca de la casa de sus padres y reciben sus visitas.

Escríbeles para que sientan el abrazo de su familia en la fe en otras partes del mundo. Puedes escribirles a todos en general o a alguno de los niños que forman parte del centro.

Los nombres de los niños (en la foto) son:

  • Eli
  • Omar
  • Josué
  • Duvaine
  • Sebastián
  • Iván
  • Saúl
  • Elver
  • José
  • Melquisedec

Los nombres de las niñas (en la foto) son:

  • Dina
  • Gloria
  • Cenaida
  • Fidelina
  • Camila

¿Cómo funciona La Casita?

La Casita funciona como un refugio en el cual los niños, además de recibir cobijo y alimento, pueden asistir a la escuela. Mientras que por las tardes reciben refuerzo académico, educación cristiana y formación profesional y vocacional.

Actualmente, seis niños residen en La Casita, cuidados por un par de tutores que, a su vez, son apoyados por Javier. Con su amplia experiencia y el apoyo de su iglesia y la agencia misionera, Javier ha desarrollado este proyecto satisfactoriamente. Puertas Abiertas paga por los servicios del hogar, el alimento, así como el salario para los tutores. «Este es un proyecto que, además de proteger a los niños de la persecución, les da la oportunidad de tener un contacto continuo con sus padres. Los adultos emplean de 5 a 9 horas visitando a sus niños y lo hacen con alegría», dice Liz Poveda, coordinadora de Puertas Abiertas en Colombia.

Uno de los niños de La Casita, Jaime, tiene 15 años. Es el hermano de Diana, que ha vivido por casi cuatro años en el Centro Infantil de Puertas Abiertas. Los dos han crecido en un contexto de intensa persecución. Gracias a estos dos proyectos, han podido conservar su fe y aspirar a un futuro mejor. «Puedo dedicarme a estudiar y leer la Biblia», comparte Jaime. «Me siento en paz. Me gustaría que más padres pudiesen enviar a sus niños aquí».

*Fin de campaña de correspondencia: 15 de junio de 2017

*Idioma preferible: español

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