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DON BOSCO SOBRE RUEDAS’: UN AUTOBÚS QUE CAMBIA LA VIDA DE LOS MENORES DE LA CALLE EN SIERRA LEONA

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Don Bosco Fambul vivió ayer un día especial porque se presentaba ante los medios de comunicación y ante las autoridades el nuevo autobús Don Bosco para los niños de la calle. En la ceremonia participaron niños y niñas de varios programas de atención a la infancia, así como el director de la obra salesiana, el misionero Jorge Crisafulli.

Donado por el Grupo Ruiz (TUBASA), el autobús formaba parte de la flota urbana de la ciudad de Badajoz y, gracias a la Fundación Atabal, impulsora del proyecto y a la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (AEXCID), como financiadora, Don Bosco Fambul ha visto cubierta una necesidad tras quedar fuera de servicio el anterior autobús y ser inasumible el coste de las piezas de reparación.

El anterior autobús Don Bosco del año 2010

El autobús, que salió del puerto de Lisboa el 8 de febrero, ha sido adaptado a las necesidades del programa salesiano: llamativas pegatinas y dibujos por fuera y luces y estanterías por dentro.

El próximo lunes por la noche realizará su primera salida nocturna, con parada en lugares que frecuentan por la noche los niños de la calle. La expedición del autobús está formada, además de por el conductor, por un equipo de trabajadores sociales, una enfermera y seguridad.

EL PROGRAMA SE DENOMINA ‘DON BOSCO SOBRE RUEDAS’ Y ENTRE SUS LEMAS FIGURAN ‘MÁS CERCA DE LOS CHICOS DE LA CALLE’ Y ‘DE LA CALLE A CASA’

En cada parada el autobús despliega un toldo y enciende luces que sirven de reclamo para los menores. Dentro de él se les ofrecerán reconocimientos médicos, comida, asesoramiento y se les ofrecerá la posibilidad de acudir a Don Bosco Fambul para formar parte de la gran familia de menores que decide abandonar la calle.

Muchos de los participantes en la ceremonia de inauguración eran niños de la calle que no aguantaron el cansancio de sus vidas nocturnas y que se quedaron dormidos. Uno de ellos, que ya ha terminado el programa, ofreció su testimonio sobre que lo que ha supuesto en su vida Don Bosco Fambul.

Tras los discursos oficiales, en los que el director de Don Bosco Fambul ofreció datos sobre la atención que prestan los salesianos a los niños de la calle, el número de menores atendidos durante la epidemia del ébola, su origen y su reintegración, el autobús fue bendecido y dio una vuelta por la calles adyacentes al centro.

A partir del lunes funcionará cuatro días por semana y desarrollarátalleres preventivos para los menores sobre salud, higiene, afectividad y convivencia.

HISTORIAS LLENAS DE ESPERANZA

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RÁPIDA Y EFECTIVA RESPUESTA

Don Bosco Fambul tiene en su programa de niños de la calle la esencia de su existencia. Desde 1998, año en que un misionero salesiano comenzó en las calles de Freetown la recogida de estos menores, adolescentes y jóvenes para ofrecerles una comida caliente, un baño, un lugar donde dormir y ropa limpia, más de 3.000 menores han pasado por sus instalaciones y la mayoría de ellos ha regresado con su familia y ha abandonado la vida callejera.

En casas alquiladas primero, y cambiando cada poco tiempo de vivienda por las protestas de los vecinos, los Salesianos consiguieron en 2002 finalizar el actual edificio Don Bosco Fambul y, con el tiempo, mejorar tanto el programa como los resultados.

Hace 9 años, el centro tomó una dimensión definitiva en todo el país. El salesiano alemán Lothar Wagnerimpulsó Don Bosco Fambul hasta lo que es hoy, un lugar de referencia con un trabajo reconocido en la protección de los menores.

En este tiempo empezó a funcionar el autobús de Don Bosco que, donado por Alemania, salía todas las noches con voluntarios, trabajadores sociales, una enfermera y seguridad para repartir comida y hablar con los menores que dormían en las calles. Su llamativa decoración, con dibujos que explicaban la reintegración en el hogar, fue rápidamente una seña de identidad; poco después se puso en marcha el ‘Childline’, un número gratuito, que apareció anunciado en todos los lugares y que permitía a los menores llamar sin coste y contar sus problemas o pedir ayuda.

En esos casos, la llamada era redirigida directamente a los Salesianos, que salían a recoger a los menores… Se comenzó a trabajar en colaboración con otras ONG, a fomentar los contratos de aprendizaje tutelados para los adolescentes y jóvenes de las calles y se apostó por un programa integral para los menores para que no volvieran a las calles al comprobar que la reintegración familiar era más fácil cuanto más pequeños eran