Alison trabajaba en la calle vendiendo caramelos con 7 años mientras cargaba en la espalda a su hermano pequeño. La situación familiar llevó a la separación de sus padres, pero como era la hermana mayor siempre cuidó de ellos y los mantuvo unidos. Gracias a la Fundación Proyecto Salesiano Chicos de la Calle, todos estudian y ella sueña con ser enfermera.
Alison es una niña de 12 años que tiene cuatro hermanos y vive con su padre y su abuela paterna. Gracias a la Fundación Proyecto Salesiano de Ecuador, ha pasado de trabajar en la calle, ser la madre de sus hermanos y cargar a la espalda al más pequeño, a estudiar y soñar con ser enfermera.
Cuando Alison fue encontrada por la Fundación Proyecto Salesiano de Ecuador vendía caramelos junto a su mamá y sus hermanos. Lo que más impactó a la educadora que los encontró no fue ver a una niña trabajadora sino que, a su corta edad, 7 años entonces, cargaba al menor de sus hermanos en la espalda mientras vendía a los transeúntes. “Es que ella misma es quien quiere cargarlo”, le explicó su madre.
Alison, la mayor de los cinco hermanos, siempre ha velado por la seguridad de los pequeños a pesar de que el clima familiar nunca lo ha facilitado. La madre concibió a los niños siendo muy joven y mantenía constantes peleas con el padre de los niños. Además, ambos consumían alcohol de manera continua, por lo que Alison y sus hermanos pasaron a formar parte de la propuesta educativa de la fundación salesiana.
“Para tener una profesión primero tengo que estudiar, luego ir a la universidad y de ahí a trabajar. Yo quiero ser enfermera y voy a estudiar para eso”.
La Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes de Ecuador acudió a los centros escolares de los hermanos de Alison y los llevó a un centro de acogida, lejos de sus padres y Alison también acudió al mismo centro para cuidar de sus tres hermanos menores.
Gracias a los Salesianos se ha mantenido el seguimiento escolar y familiar, así como la permanencia en el sistema educativo y la atención psicológica a los niños. Alison y los tres hermanos mayores estudiaban en la escuela y el más pequeño en una guardería. Las visitas sociales a los niños eran constantes por parte de la Fundación y su estabilidad emocional empezó a reflejarse en su semblante y comportamiento.
En la actualidad, Alison vive con su padre y su abuela materna y está culminando sus estudios en el colegio salesiano Tarqui y tanto ella como de sus hermanos han participado del refuerzo escolar, de las colonias vacacionales, de los campeonatos y escuelas escolares…
ESCOLARIDAD Y ATENCIÓN PSICOLÓGICA
NECESIDADES BÁSICAS ATENDIDAS
Ante la grave situación familiar de Alison y sus hermanos, el trabajo de la Fundación Proyecto Salesiano ha consistido en mantener la escolaridad de estos menores.
La mediación, la atención psicológica, los seguimientos escolares y familiares y el apoyo médico, oftalmológico y odontológico han dado respuesta a sus necesidades básicas y han contribuido a dar dignidad a sus vidas.
Los padres realizaron un intento de recuperar la custodia de los hijos con diversas terapias, pero acabaron separándose por las continuas discusiones.
Los cuatro hermanos, enconces, se dividieron. Los tres menores se fueron a vivir con su madre y su nueva pareja, mientras que Alison se fue a vivir con su padre y su abuela paterna. “Yo les decía que no a las peleas, no a los gritos delante de los hijos. Si querían pelear podían irse al patio o fuera, pero no delante de los niños”, recuerda Alison.
Una vez separados los hermanos, se notaba la diferencia de los cuidados que recibían en cada hogar. Alison se veía atendida física y emocionalmente, y estaba mejor que sus hermanos.
Hace unos meses, y por motivos del trabajo de la madre, los hermanos de Alison fueron a vivir también con su padre y su abuela y los niños están mejor.
