Santa Rosa de Lima es la primera Santa de América canonizada por el Papa Clemente X en 1671. El mismo Pontífice la declaró patrona principal de América, Filipinas e Indias Occidentales.
En 1992 Juan Pablo II expresó que la vida sencilla y austera de Santa Rosa de Lima era “testimonio elocuente del papel decisivo que la mujer ha tenido y sigue teniendo en el anuncio del Evangelio”.