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Aprendiendo a amar a nuestros enemigos en los lugares más violentos

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Cristianos egipcios que sirven a sus perseguidores

Jesús dijo: “Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen”. Palabras sencillas que describen quizá el mandamiento más difícil. ¿Qué pasa si tu enemigo humilla violentamente a una anciana de tu comunidad en medio de la calle? Nuestra trabajadora sobre el terreno, Marta, decidió dar el valiente paso de seguir a Jesús a pesar de los precedentes de violencia en la ciudad en la que ha decidido servir. Aquí nos cuenta su experiencia en sus primeros contactos con la comunidad musulmana de la ciudad de El Mansura.

“Aunque soy de la misma zona, nunca había oído nada sobre El Mansura hasta el día que oí las noticias de que una anciana cristiana copta había sido agredida violentamente y humillada hasta lo sumo por unos jóvenes musulmanes en la calle. Fue impactante. Por motivos de seguridad no puedo compartir los detalles del caso, pero os diré que lo que ocurrió no es normal en nuestra cultura egipcia conservadora, ni en la cultura cristiana ni en la musulmana. Fue incluso más extraño que la gente que presenció el hecho se echara a un lado y no hiciera nada”.

“El hijo de esta mujer había quebrantado una de las reglas islámicas: los jóvenes cristianos no tienen permitido casarse con chicas musulmanas, pero se había enamorado de una de las jóvenes del barrio y huyó con ella, lo que enfureció a los musulmanes conservadores del pueblo. Como no encontraban al joven por ningún lado, descargaron su ira en la madre”.

“¿Cómo es posible que toda una generación de jóvenes fanáticos musulmanes haya crecido con una actitud tan agresiva hacia los cristianos? Tenía que averiguarlo. Y, de ser posible, quería contribuir a que hubiera un poco más de luz en este lugar tan tenebroso. Conseguí ponerme en contacto con los líderes del pueblo y ofrecer una clase de sensibilización sobre la salud. Y aceptaron”.

“Cuando el coche se acercaba al pueblo, sentí que llegaba a otro país. ¡Parecía que estaba en Afganistán! Casi todos los hombres tenían barbas largas y vestían con las típicas ‘Djalabias’ largas y blancas, mientras que casi todas las mujeres llevaban burkas, que lo cubrían todo menos los ojos. Hasta las jóvenes iban cubiertas tras los velos negros. Me miré a mí misma y me sentí como una absoluta extraña”.

“Por primera vez llegaba al pueblo una cristiana para dar una clase a las mujeres musulmanas. Como me esperaba, al principio no parecía que hubiera muchas mujeres interesadas en venir. Pero a lo largo del primer día empezaron a venir de una en una. Al principio no me contestaban. Veía en sus ojos que se preguntaban ‘¿quién es esta cristiana? ¿Se cree que va a enseñarnos algo?’”

“Decidí simplemente empezar la clase. Hablé sobre la sensibilización sobre la salud y sobre cómo unas clases regulares las ayudarían a cuidar mejor de sus familias. Después hablé sobre la crianza de los hijos y ofrecí varios ejemplos de los errores que yo personalmente cometí en la educación de mis hijos y cómo eso les afectó. Era un tema de interés para las mujeres. Todas se habían casado jóvenes y su único cometido era parir hijos. Pero lo hacían sin mucha concienciación sobre cómo criarlos bien”.

“El tema hizo que las mujeres empezaran a hablar y lo que oí fue impactante. Una de ellas me contó que una vez llamó a su hijo y, cuando este la ignoró, le lanzó un ladrillo. Le hizo daño y tuvieron que darle 15 puntos en la cabeza. Le pregunté: ‘Pero eso no es lo que pretendías, ¿no?’, y me respondió: ¡Claro que sí!’ Otra me contó cómo circundaban a las chicas y una tercera habló sobre cómo su esposo le pegaba”.

“Me di cuenta de la inmensa cantidad de violencia en las vidas de la gente en El Mansura, incluso de los niños. ¿Fue esta la razón por la que actuaron tan violentamente contra la anciana cristiana de su pueblo? No me sorprendería. Lo que tenía claro es que este lugar tan tenebroso necesitaba que alguien encendiera una vela que reflejara el amor de Jesús”.

“Esta no es una historia impactante. Aún no. Pero creo que el papel de la iglesia es estar entre aquellos que nunca han experimentado el significado del verdadero amor. Los cristianos tienen que encontrarse en lugares donde puedan influir en la sociedad. Y eso es lo que hago. Es difícil, pero confío en el Señor”.