Inicio Salud Perseguidos y sin dignidad, los rohingyas necesitan ayuda urgente.

Perseguidos y sin dignidad, los rohingyas necesitan ayuda urgente.

489
0
People in the rain at a border crossing on the Naf river, near Teknaf, September 19. More than 422,000 Rohingya have fled to Bangladesh from Rakhine State in Myanmar following an escalation in violence on 25 August. The most recent wave of Rohingya refugees has added to the hundreds of thousands of Rohingya who fled across the border in previous years. Most of the newly arrived refugees have moved into makeshift settlements without adequate access to shelter, food, clean water, or latrines. With little potable water available, people are drinking water collected from paddy fields, puddles, or hand-dug shallow wells which are often contaminated with excreta. At MSF’s clinic in Kutupalong, 487 patients were treated for diarrhoeal diseases between 6 and 17 September. Food security in and around the settlements is also incredibly fragile: newly arrived refugees are completely reliant on humanitarian aid, prices in the market are skyrocketing and the lack of roads is compromising access to the most vulnerable populations. A massive scale-up of humanitarian assistance in Bangladesh is needed to aid the Rohingya refugees and avert a wider public health disaster.

Salí corriendo de casa con toda mi familia y en nuestra huida dispararon a mi hijo. Lo traje al hospital, aquí en Bangladesh, y dejé a los otros miembros de mi familia en el bosque de Myanmar, a la intemperie, simplemente escondidos allí. No he sabido nada de ellos desde hace días. No sé qué hacer, estoy desesperado” 

Padre de 49 años

Este padre forma parte de la población rohingya, una etnia musulmana originaria de Myanmar que sufre una persecución desde hace siete décadas.

Excluidos y no reconocidos por su país, los rohingyas carecen de derechos básicos como educación y empleo y -por si esto fuera poco- también llevan años sufriendo episodios de violencia.

La última ola de violencia sucedió el PASADO 25 DE AGOSTO , cuando el ejército de Myanmar lanzó una cruel ofensiva a modo de represalia contra la comunidad rohingya: asesinatos, agresiones sexuales, quema de aldeas y hospitales… Una larga lista de horrores.

Desde ese fatídico día y en menos de un mes, más de 422.000 personas se han visto forzadas a huir a la vecina Bangladesh para tratar de sobrevivir allí en campos de refugiados. Ahora, estos suman casi un millón de personas y se han convertido en los lugares con mayor concentración de refugiados del mundo.

Allí, las condiciones de vida son indignas y el acceso a alimentos, agua potable, letrinas y atención médica es muy limitado. En un entorno totalmente inseguro, las enfermedades proliferan y muchos de los recién llegados están traumatizados y en un estado de salud crítico.

Son niños, mujeres y hombres en situación límite por el mero hecho de ser rohingyas.

En Bangladesh estamos tratando cientos de enfermedades diarreicas y a víctimas de todo tipo de violencia. Además, en los próximos días, lanzaremos campañas de vacunación contra el cólera y el sarampión.

También estamos ampliando de forma urgente nuestros programas y actividades de ayuda humanitaria y estamos construyendo a contrarreloj un hospital semipermanente capaz de cubrir las máximas necesidades posibles.

Estamos al borde de un desastre de salud pública de enormes magnitudes.

Tu apoyo nos permite estar allí.

Si crees que ahora puedes ayudarnos, haz un donativo.

Gracias.