Más de 55,000 refugiados de Burundi viven hoy en el campamento de Mahama. Situado en la provincia oriental de Ruanda, este campamento acoge a personas que han huido de los disturbios políticos experimentados por Burundi desde abril de 2015.
Como parte del programa del CICR para restablecer los lazos familiares en la región de los Grandes Lagos, la delegación de Kigali distribuyó tarjetas SIM a los refugiados de Burundi en el campamento de Mahama. La idea es facilitar la reanudación del contacto directo entre los miembros de las familias de Burundi dispersas.
Un miembro del personal del CICR y un voluntario de la Cruz Roja Rwandesa trabajaron juntos para ayudar a los refugiados que acudieron en busca de una tarjeta SIM. CC BY-NC-ND / CICR
Hoy, los refugiados de Burundi ya no deben depender únicamente de las llamadas telefónicas que el CICR y la Sociedad Nacional han establecido en el campamento de Mahama y en los centros de tránsito en todo Rwanda. Una tarjeta SIM les permite hablar, cuando les conviene, con familiares que se han quedado en Burundi o viven en el extranjero.
El CICR está trabajando con una empresa local de telecomunicaciones, MTN-Rwanda, para proporcionar tarjetas SIM a 4.000 refugiados que viven en el campamento.
Cada tarjeta SIM se proporciona con un tiempo de llamada prepaga y, al final de la fase inicial, todas las tarjetas SIM distribuidas se volverán a cargar.
¿Qué tan útiles son las tarjetas SIM?
Fatou es la madre de cuatro hijos. Poder tener una tarjeta SIM propia es una verdadera bendición. Antes, para llamar una vez a la semana a sus dos hijos que permanecían en Burundi, tenía que caminar hasta la oficina que el CICR abre en el campamento o pedir prestado el teléfono a su vecino. Cualquiera que sea la opción elegida, no fue fácil para Fatou.
Una sonrisa ilumina la cara de Fatou en el momento en que, al finalizar el proceso de verificación, le entregan su tarjeta SIM. CC BY-NC-ND / CICR
Fatou ahora tiene una línea telefónica permanente que le permite hacer o recibir llamadas para escuchar de sus hijos y otros miembros de la familia.
«Desde que dejé el país, he estado constantemente preocupado, sin saber dónde estaban mis hijos o cómo eran. Gracias a Dios, ahora tengo una conexión permanente «, dijo Fatou, añadiendo que para ella escuchar de su familia es una necesidad tan esencial como la comida, el agua o el refugio. «Cuando eres madre, tienes problemas para comer o dormir si realmente no sabes si tus hijos están seguros o si tienen que comer».
Otro beneficiario, Leonidas, usará su tarjeta SIM no solo para comunicarse con sus seres queridos, sino también para recibir dinero de amigos. Gracias a Mobile Money, un popular sistema de transferencia de dinero en Ruanda, su teléfono móvil le permite a Leonidas intercambiar dinero con amigos y familiares, o comprar bienes esenciales.
Este chico, Bonaventure, inmediatamente usó su nueva tarjeta SIM para llamar a uno de sus amigos y darle el nuevo número con el que podría ser contactado. La tarjeta SIM también le permitió volver a conectarse con sus padres, hermanos y hermanas que había dejado atrás en Burundi. CC BY-NC-ND / CICR
El CICR distribuyó inicialmente 1.000 tarjetas SIM cuando llegaron los primeros refugiados en 2015. Desde entonces, también hemos ayudado a las personas a recargar las baterías de sus teléfonos móviles con energía solar. El CICR colabora con la Cruz Roja de Ruanda para proporcionar servicios telefónicos que permitan a miles de refugiados mantenerse en contacto con sus familiares; también ha ayudado a reconectar a cientos de niños no acompañados con sus familias.
