La iglesia Pan de Vida ha descubierto que los jóvenes tienen muchas necesidades: alimentación saludable, atención médica, refuerzo académico e incluso atención psicológica especial.
La iglesia Pan de Vida en la Ciudad de Panamá, está utilizando el fútbol y la danza para proporcionar alternativas de recreación saludables para los jóvenes de su comunidad. Los líderes de la iglesia esperan que el trabajo que realizan con los jóvenes se extienda a toda la comunidad.
Pan de Vida comenzó con el envío de los misioneros Marleydi Sánchez e Ingrid Jocholá en 2018. El dúo sirve en Los Libertadores, una comunidad de ocho edificios de apartamentos que tienen 14 pisos de altura cada uno y son el hogar de 1.000 familias. Al recorrer las torres, se dieron cuenta de que muchos de los residentes son jóvenes que están involucrados en las drogas.
Carlos De Gracia y Gaby Salazar fueron asignados más tarde como pastores para comenzar una iglesia en el área, y comenzaron a comunicarse con los líderes locales, que inmediatamente los pusieron en contacto con Sánchez y Jocholá.
“Fuimos aprobados para unirnos a un programa nacional de ayuda, entregando bolsas de alimentos a familias en diferentes edificios durante los momentos más difíciles”, dijo De Gracia. “El suministro que recibimos fue tan grande que compartimos bolsas con otras iglesias de nuestra área”.
La iglesia misma creció lo suficiente como para organizarse oficialmente en medio de la pandemia durante un servicio virtual en noviembre de 2020.
“Tenemos mucho trabajo por delante y sabemos que Dios nos dará fuerza”
La iglesia reanudó las visitas y los servicios presenciales en la comunidad cuando terminaron las regulaciones de cuarentena. En el mes de mayo, los pastores se dieron cuenta de que los adolescentes necesitaban más que una simple lección. Con el fin de mantener a los jóvenes alejados de muchas opciones negativas disponibles en su tiempo libre, la iglesia comenzó las clases para ellos durante la semana.
Se grabaron a sí mismos con sus teléfonos celulares haciendo bailes para la popular aplicación TikTok. Los pastores contactaron a uno de los líderes del movimiento de baile hip-hop en Panamá, y comenzaron clases básicas de breakdance. Esta acción ayudó al pequeño grupo de cinco estudiantes a convertirse en 16 adolescentes que participaron en el discipulado todos los viernes mientras practicaban sus danzas.
Otra área donde los líderes podían hacer incursiones con los jóvenes era a través del fútbol. Decidieron comenzar sesiones de entrenamiento de fútbol, aprovechando los campos atléticos cercanos. Hasta la fecha se han celebrado cuatro prácticas y un partido con 20 adolescentes varones y 15 niñas.
A través de estos proyectos, Pan de Vida ha descubierto que los jóvenes tienen muchas necesidades: alimentación saludable, atención médica, refuerzo académico e incluso atención psicológica especial.
“Tenemos mucho trabajo por delante y sabemos que Dios nos dará fuerza”, dijo De Gracia. “La mayoría de los padres ven nuestra iglesia como una buena opción para que sus hijos prosperen. Nuestra oración es poder llegar no solo a los niños, sino también a sus familias y a la comunidad”.
