Agam Goldstein Almog, de 17 años, vio cómo Hamas asesinaba a su padre antes de que ella fuera secuestrada en Gaza. Más tarde fue testigo del uso de la tortura y la violencia sexual por parte de Hamás contra los rehenes.
Agam Goldstein Almog, una joven de 17 años liberada después de 51 días de cautiverio en Gaza, compartió sus desgarradoras experiencias en una reunión en la Plaza de los Secuestrados de Tel Aviv, conmemorando los 100 días de guerra. Su testimonio destacó el evento, al que asistieron miles de personas, incluidas familias de víctimas de las FDI y personas secuestradas.
Al relatar su secuestro, Almog describió el terror: “Mi padre recibió un disparo inmediatamente mientras estaba junto a la habitación segura, agarrando la tabla de la cama de mi hermana. Gritó ‘No, no, no’ mientras nosotros, acurrucados en un rincón, nos tomaban por la fuerza, pasando por encima de nosotros su cuerpo, sin posibilidad de decir adiós. El caos era ensordecedor”.
En cautiverio, Almog enfrentó la constante amenaza de muerte, sin estar segura de cómo o cuándo podría ocurrir: mediante tortura, disparos o bombardeos de la fuerza aérea. También fue testigo de la difícil situación de otras niñas : “Muchas sufrieron agresiones sexuales graves y lesiones complejas que no fueron tratadas. Tuvimos que vendarnos o ayudarnos unas a otras”.
Respecto a su experiencia en cautiverio, dijo: “Vives la muerte. No sabes cuándo te atrapará y cómo será, si será a través de la tortura o si simplemente te dispararán o por los bombardeos de la fuerza aérea. Piensas constantemente en cómo será la muerte”.
Las condiciones a las que fueron sometidos los rehenes
Después de pasar de una casa a un túnel, Almog se vio expuesta a otra dura experiencia. “De repente se abre una puerta y estaban esperando seis niñas, y luego nos dimos cuenta de que había niñas que estaban solas. Muchas niñas sufrieron agresiones sexuales graves, fueron heridas con heridas muy graves y complejas que no se tratan. Se vendaron o las ayudamos”. Y añadió: “No puedo ni imaginarme cuál es su condición, a qué esperanza se aferran”.
Romi Cohen, cuyo hermano gemelo, Nimrod, permanece cautivo en Gaza, expresó su angustia: “Estamos atrapados en el día de su secuestro. Está soportando hambre, frío, falta de sueño y trauma psicológico. A los 19 años, es sólo un niño, su vida apenas comienza.”
Se encuentra en condiciones difíciles: hambre extrema, frío, falta de sueño y un estado mental difícil. Tiene 19 años y todavía es un niño. Recién comenzó la vida. No es razonable que esté en cautiverio”, afirmó.
Cohen añadió: “Paso por su habitación vacía y me doy cuenta de que no está aquí. ¿Cómo será el futuro del Estado de Israel cuando él y los otros secuestrados no estén aquí? ¿Qué sensación de seguridad me queda cuando despierto cada mañana con esta horrible realidad? ¿Quién me asegurará que no volverá a suceder? A medida que pasa el tiempo, temo que la gente se olvide y no los rescate de este infierno. No los dejen allí solos. Su tiempo se acaba.”
Imad Habka, padre del teniente coronel Salman Habka, que cayó en batalla, dijo en el escenario que “el 7 de octubre será recordado para siempre en las páginas de la historia como uno de los días más tristes para la humanidad, y especialmente para Israel”. El día nunca será olvidado.
Los ciudadanos israelíes vivieron una pesadilla, torturas, asesinatos y secuestros brutales. Desafortunadamente, los cautivos todavía viven en una pesadilla continua y en condiciones de vida mínimas”.
Según Habka: “El gobierno y sus ministros hicieron esfuerzos para liberarlos, pero no lo suficiente. Se necesita más trabajo para traerlos a casa. Mi familia y la comunidad drusa están con ustedes, juntos haremos todo lo posible para liberar a los cautivos. Primer Ministro: es necesario hacer más y dar a los cautivos la máxima prioridad”.
Fuente:Jai//Guerra en Israel
