«Aplicaré los ideales de Jesucristo en mi trabajo para que la gente pueda reconocer que soy cristiana» comentó.
Anima Mukti Gomes es una política que fue juramentada con el cargo de diputada al Parlamento de Bangladés, convirtiéndose así en la única diputada cristiana de este órgano legislativo.
A pesar de ser nueva en la política, Anima está acostumbrada a los medios de comunicación. En este país de mayoría musulmana, es reconocida por su trabajo como escritora, cantante popular y jurado en concursos artísticos televisivos.
«Como diputada cristiana, aplicaré los valores y las enseñanzas cristianas», declaró Gomes a la prensa, resaltando que, al igual que ha mantenido la transparencia en su carrera musical, también lo hará en su vida política. «Aplicaré los ideales de Jesucristo en mi trabajo para que la gente pueda reconocer que soy cristiana», añadió.
El parlamento de Bangladés tiene 350 escaños, y según la nueva normativa, 50 están reservados para mujeres. La cantante fue juramentada en una ceremonia presidida por la presidenta del Parlamento, Shirin Sharmin Chaudhury. También acudió la primera ministra Sheikh Hasina, elegida para un tercer mandato consecutivo tras las votaciones del 7 de enero.
Anima Mukti Gomes pertenece al partido de Hasina, por lo que agradeció la oportunidad: «La primera ministra confió en mí, y sin duda le devolveré la confianza que me dio haciendo bien mi trabajo» señaló la también escritora de 9 libros y cantante en 7 álbumes.
Bangladés es un país ubicado en Asia del Sur y su sistema político es una democracia parlamentaria. Según el Banco Mundial, la nación ha progresado significativamente en aspectos como equidad de género y alfabetización, sin embargo, aún enfrenta una serie de desafíos importantes contra la corrupción y la burocracia.
Puertas Abiertas estima que hay alrededor de 950.000 cristianos en Bangladés, un diminuto 0,6 % de una población de casi 170 millones. La organización coloca a este país en el puesto 26 en cuanto a persecución de cristianos por paranoia dictatorial, opresión islámica, nacionalismo religioso y hostilidad étnico-religiosa.
Fuente : Evangélico Digital
