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QUE HACER SI DESCUBRES QUE TU HIJO CONSUME DROGAS

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Claves para ayudar a los adolescentes adictos

La mayoría de los padres y madres de adolescentes a lo que más temen es a que sus hijos consuman drogas, o más bien a que se conviertan en adictos a estas sustancias. Es normal que esa posibilidad provoque el miedo o el pánico en los padres de chicos y chicas porque la adicción a las drogas puede destruir sus vidas y dañar gravemente a toda la familia.Y es que las drogas no solo son dañinas por sí mismas, también inducen comportamientos en los adolescentes que pueden resultar peligrosos. Conducir bajo los efectos de sustancias estupefacientes es muy peligroso o tener relaciones sexuales también lo es en esas condiciones. Y es que estando bajo la influencia de las drogas, chicos y chicas pueden tomar decisiones, como no usar condón, por ejemplo, que afectan gravemente a su seguridad.Qué hacer cuando se sospecha que un hijo consume drogas
Algunos padres viven obsesionados con la posibilidad de que sus hijos se droguen. Deben saber que eso no es bueno ni para su hijo ni para ellos. Lo correcto y lo más sano es no permitir que esa posibilidad nos obsesione. Estar cerca de nuestros hijos, conocer a sus amigos, charlar habitualmente con ellos y seguir de cerca cómo van en la escuela suelen ser comportamientos que permiten detectar a tiempo la aparición de problemas, incluido el consumo de drogas.Cuando padres o madres sospechen que su hijo o hija adolescente pueda estar consumiendo sustancias, deben asegurarse. Si no saben cómo pueden recurrir a un experto. Un consejero de la escuela o una asociación de las que protegen a los jóvenes de las drogas pueden darles información suficiente como para averiguarlo. Existen sintomas que también pueden indicarles si algo así está ocurriendo.Qué hacer cuando se comprueba que el adolescente sí está consumiendo

En muchas ocasiones, los padres descrubrirán que su temor era infundado, que su hijo o hija no es un drogadicto. O incluso pueden descubrir que su adolescente ha probado alguna droga pero no es un consumidor habitual. Pero también puede ocurrir que lo que descubran es que, efectivamente, su hijo o hija es un adicto.Tanto en el caso de que descubran que solo es un consumidor ocasional como en el de que averiguen que su hijo es adicto es recomendable asesorarse sobre qué hacer. La solución en el primer caso suele ser mucho más sencilla y un experto puede ayudar a los padres a conseguir que su hijo o hija no acabe en la drogadicción.Pero cuando el problema ya es grave, cuando el adolescente se ha convertido en un adicto, la solución es mucho más difícil y el camino para salir del problema será largo y tortuoso y lo más probable es que acabe afectando a toda la familia. Por eso los padres deben estar preparados para entrar en esa lucha. Pero también deben entrar en ella con esperanza, las adicciones se curan y los chicos pueden volver a llevar una vida normal y exitosa, pero van a necesitar mucha ayuda, también de sus padres.Qué hacer con un hijo adicto

Buscar ayuda. La forma de salir de una adicción es mediante terapia. Unas veces con psicoterapia y otras, dependiendo de la sustancia a la que sean adictos, de la gravedad de su adicción y de la propia personalidad del adolescente, con medicación. Pero el que debe establecer cuál es la fórmula ideal para nuestro adolescente debe ser un experto. Por eso lo primero que deben hacer los padres cuando descubran que tienen un hijo adicto es buscar consejo. A través del propio médico del adolescente, de un consejero o de una asociación de ayuda a jóvenes drogadictos. Cualquiera de esas soluciones es buena si conducen a los padres del adolescente con problemas a un experto en adicciones juveniles.

Hablar con el adolescente. Para que un tratamiento contra la adicción funcione es fundamental que el adicto reconozca que lo es y quiera curarse. Por eso es imprescindible que los padres hablen con su hijo y traten de hacerle ver la situación tal y como es. No es fácil, la mayóría de los adictos niegan su adicción y la presión no ayuda a que lo reconozcan. Suele ser mucho más efectivo tener paciencia, huir de las regañinas continuas y establecer una estrategia para no ceder en el intento.

Apoyarle y darle amor. En el difícil proceso de salir de una adicción, el adolescente va a nacesitar la ayuda y el amor de sus padres.

Mantenerse firmes. Pero ese amor inmenso no significa que se deba ceder al chantaje, un intento habitual por parte de los adictos para poder continuar con su adicción. Los padres deben tener claro que su hijo es un enfermo, que las estrategias de chantaje emocional a las que, casi seguro, recurrirá forman parte de la enfermedad y para que se cure es imprescindible no ceder a ellas.

«»TOMAR DECISIONES DIFICILES»» Una de las decisiones más díficiles que puede tener que tomar un padre o una madre es abandonar a su hijo y a veces, con los hijos adictos, deben hacerlo. Si el hijo insiste en su adicción y su comportamiento altera profundamente la vida de la familia y a otros hermanos y la vida en la casa se hace insostenible, hay ocasiones en que la solución pasa por alejar al adicto de la familia. Es una durísima decisión que algunas veces los padres deben tomar aunque jamás sin el consejo del experto que esté tratando o haya tratado al adolescente.