ASDRA –Asociación Síndrome de Down de la República Argentina- manifiesta su rechazo a la actitud de la jueza Julieta María Ormaechea que respondió a una denuncia de violencia de género de una ciudadana con la frase «Señora, somos grandes. ¿Usted es tarada? ¿Es mogólica? ¿Es discapacitada?… Vuelva con él y déjese de molestar». La jueza de Paz de San Vicente, provincia de Buenos Aires, ignoraba una grave denuncia y lo sumaba a un acto de discriminación, al hablar de falta de inteligencia utilizando una palabra asociada al síndrome de Down y a la discapacidad.
La utilización de la palabra mogólico, mongólico o términos asociados como insulto es discriminatoria, ya que tiene su origen en las primeras descripciones médicas que se hicieron acerca de las personas con síndrome de Down, por la forma habitual de los ojos de quienes tienen esta condición. El término suele usarse para insultar haciendo referencia a la falta de inteligencia de la persona a la cual se dirige. Es decir, sitúa a los individuos en parámetros de normalidad-anormalidad y entiende a la discapacidad intelectual como algo fuera de lo normal, incorrecto u objeto de burla.
Informaron además que la jueza está acusada de mandar a quemar expedientes de causas de violencia de género enviadas por la Comisaría de La Mujer. La Suprema Corte bonaerense resolvió suspender por 90 días a la magistrada a partir del 2 de mayo.
Según un informe del Observatorio Nacional de Violencia contra las Mujeres, las mujeres con discapacidad se encuentran en una situación de doble vulneración. Sumado al prejuicio de la “pasividad” femenina, las mujeres con discapacidad deben afrontar el plus de la victimización, que también se encuentra asociado a las mujeres que atraviesan situaciones de violencia».
